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Dra. Fior Solís Gil: “Hay que sacar la psiquiatría del consultorio”

Recibirá mañana el Premio Nacional de Medicina 2022

Se considera “rebelde y bohemia” y adelantada a los tiempos

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Dra. Fior Solís Gil: “Hay que sacar la psiquiatría del consultorio”
La doctora Fior Solís Gil recibió al equipo de Diario Libre en la intimidad de su consultorio. (DANIA ACEVEDO)

El Premio Nacional de Medicina 2022 será dedicado a la paz mundial y la salud mental. El galardón que será entregado mañana, martes 6, en la sede de la Academia de las Ciencias, reconocerá en su edición número 26 a la maestra de la psiquiatría Fior Solís Gil.

Con más de 50 años de carrera, esta especialista oriunda de La Vega es dueña de una amplia hoja de vida, acumulando aportes para la ciencia y la investigación en materia de salud mental, ejerciendo tanto a nivel nacional como internacional, ostentando en su hustorial cargos relevantes como directora de Salud Mental en el Ministerio de Salud Pública, presidenta de Profamilia y de la Sociedad Dominicana de Psiquiatría.

Rebelde, aventurera y bohemia”, así se autodefine doña Fior, quien, a pesar de su avanzada edad, se niega a incluir la palabra “retiro” dentro de su agenda.

“Es lo único que hago, es lo único que sé. La consulta la tengo muy limitada. Ya no veo más de dos pacientes por día”, explicó.

Para llevar un ritmo más calmado, Solís eliminó el consultorio que por años tuvo frente a la Clínica Abreu y acondicionó el garaje de su propia vivienda en un ambiente acogedor donde recibe a sus pacientes.

Mientras se sienta uno útil, debe seguir dando. Me siento comprometida, honrada como médico, como mujer, como psiquiatra”, comentó la galena.

"Ya el psiquiatra no es un loquero, es para el individuo que tiene problemas"Fior Solís GilPsiquiatra

En conversación con Diario Libre, Solís Gil contó que nunca tuvo dudas de dedicarse a la psiquiatría, ya que sus progenitores eran médicos.

“Nosotros teníamos una clínica y una farmacia en La Vega, la Clínica Dr. Solís y la Farmacia Popular, prácticamente mi mundo fue el mundo de la medicina, yo nunca cuestioné el ser médico, nunca”, dijo con gran propiedad la también pianista y poetisa.

En 1957 sus padres la envían a España a estudiar en la Universidad Complutense de Madrid y en 1962 inicia la especialidad. En ese entonces fue una decisión lanzada, pero doña Fior siempre se sintió adelantada a los tiempos.

“La mujer ha conquistado la libertad económica, la libertad social y la libertad sexual, pero, todavía falta  que la mujer se atreva a más. No comprendo cómo personas que tienen capacidad no se atreven”, aseguró.

Una vida de entrega

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Infografía
La doctora Fior Solís Gil. (DANIA ACEVEDO)

De su carrera le apasiona todo. “Me sensibiliza la conducta humana, me gusta, me compenetra”, dijo.

Para esta mujer de gran temple, sobreviviente a un cáncer de garganta, “la psiquiatría hay que sacarla de los consultorios”, utilizando los medios de comunicación y sociales. “Le cambia la vida a millones de personas, en vez de a una en un consultorio. Ya el psiquiatra no es un loquero, es para el individuo que tiene problemas”, argumentó.

Insistió en que el ser humano tiene que aprender a enfrentar las situaciones, ajustar la comunicación, aprender a dialogar y negociar, manejar el tiempo  con los hijos y no estar todo el tiempo pegado al celular porque los niños imitarán el comportamiento.

Asimismo, no culpar a los demás por los errores propios, sino aceptar dónde se necesita ayuda o tratamiento. “Hay que tener un mínimo sentimiento de voluntad, no pasarle la bola a otra”, afirmó.

“Cuando no hay una buena base estructural de la familia, los jóvenes crecen desorientados. Esa mano amiga cada día está más escasa”, de ahí la necesidad de la consejería a cargo de profesionales.

El Covid alteró la salud mental

Solís Gil entiende que la pandemia del COVID-19 sacó a relucir los miedos y limitaciones que el ser humano llevaba dentro, forzando a una convivencia en claustro que no se entendía, lo que ocasionó muchos divorcios.

Obligó a las personas a compartir y vinieron los problemas desajustes familiares: hijos que no conocen a sus padres y padres que no conocían a sus hijos desde el punto de vista de su conducta”.

Fue “un cambio del ciclo del planeta, un cambio total del ritmo de vida”, pero no del todo negativo. “La pandemia ha traído cosas buenas como el trabajo virtual, las consultas online”, señaló.

La psiquiatra está convencida de que “durante mucho tiempo” seguiremos lidiando con las alteraciones y miedos que ocasionó el coronavirus.

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Periodista, amante de los viajes, la moda y la música en vivo. Foodie.