La caída a mínimos del albedo planetario puede ser otro motor del cambio climático
El albedo planetario (la radiación solar que refleja la superficie terrestre) alcanzó en 2023 su nivel más bajo desde 1940
El albedo planetario (la radiación solar que refleja la superficie terrestre) alcanzó en 2023 su nivel más bajo desde 1940 que hay datos, lo que pudo haber contribuido a la subida de la temperatura media global y al empeoramiento del cambio climático, según un artículo recogido este jueves en Science.
La temperatura media del planeta aumentó hasta casi 1,5 grados por encima del nivel preindustrial en 2023, pero más allá de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la influencia del fenómeno El Niño, los investigadores han visto que hay 0,2 grados centígrados de temperatura de más "sin causa aparente".
Ahora, Helge Goessling, investigador del Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina de Alemania, y su equipo han hallado una explicación para esa brecha de 0,2 grados y está en que el planeta se ha vuelto menos reflectante debido a la disminución de nubes bajas.
Los investigadores han analizado los datos recogidos por los satélites de NASA de balance energético global y de nubosidad a diferentes altitudes desde 1940, y los del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (ECMWF, por sus siglas en inglés).
"Los resultados indican que el albedo planetario podría haber alcanzado su nivel más bajo en 2023, que esto habría empeorado el calentamiento global y podría explicar los 0,2 grados que faltan", señala Thomas Rackow, investigador del ECMWF.
El albedo planetario describe el porcentaje de radiación solar entrante que se refleja de vuelta al espacio tras todas las interacciones con la atmósfera y la superficie de la Tierra.
Cuanto menos albedo, menor energía reflejada al espacio y mayor temperatura retiene la Tierra.
Causas
Pero ¿Cuál es la causa de esta caída casi récord del albedo planetario?
Los autores han visto que el albedo de la superficie de la Tierra ha ido disminuyendo desde la década de 1970, debido a la reducción de la nieve y el hielo marino, primero en el Ártico y ahora también en la Antártida, lo que implica que "hay menos zonas blancas que reflejan la luz solar".
La caída del albedo ha sido especialmente acusada desde 2020 y los investigadores consideran que puede deberse a la disminución de nubes de baja altitud en las latitudes medias norte y en los trópicos.
El Atlántico Norte oriental (hacia Europa) es la zona que mayor reducción de nubes a baja altitud (que reflejan la luz solar produciendo un efecto de enfriamiento) ha experimentado en los últimos diez años, y especialmente en 2023.
Para calcular los posibles efectos de esta reducción del albedo los investigadores han aplicado un modelo de balance energético capaz de imitar la respuesta térmica de los modelos climáticos, y el resultado ha sido que sin la reducción del albedo experimentada desde diciembre de 2020, la temperatura media del planeta habría sido aproximadamente 0,23 grados centígrados más baja en 2023.
"Una gran parte de la disminución del albedo se debe realmente a la retroalimentación entre el cambio climático y las nubes bajas, y esto indica que cabría esperar un calentamiento más intenso, y superar los 1,5 grados de aumento medio de temperatura antes de lo esperado", avanza el investigador Helge Goessling en un comunicado.