Un borrador sobre financiamiento del clima en la COP29 amplía el debate
Piden que fondo otorgado a países en desarrollo (100,000 millones de dólares) sea multiplicado por diez
Los casi 200 países que asisten a la COP29 de Bakú ampliaron considerablemente este miércoles el borrador de un acuerdo sobre cómo financiar la lucha contra el cambio climático, con un texto de 34 páginas que recoge todas las posiciones al respecto.
El monto de dinero que los países avanzados deben transferir a los países más vulnerables por el calentamiento del planeta ("nuevo objetivo colectivo cuantificado o NCQG en inglés) es el principal objetivo de la conferencia organizada bajo los auspicios de la ONU.
Este NCQG debe sustituir el que se fijó en 2009, que preveía que los países ricos entreguen 100,000 millones de dólares en financiación anual a los países en desarrollo.
Esa cifra fue lograda (y superada) por primera vez en 2022.
Durante meses un grupo de trabajo copresidido por Egipto y Australia intentó sintetizar ese pulso entre el Norte y el Sur, y propuso un borrador con fecha 15 de octubre.
Ese texto suscitó mucha oposición, básicamente de los países receptores del dinero, descontentos con las propuestas, algo que es habitual en la conferencias de partes (COP) sobre el cambio climático.
Los observadores y los países más críticos creen que ese monto de 100,000 millones de dólares debería como mínimo multiplicarse por diez.
El nuevo texto de este miércoles recoge todas las opciones, resumidas en seis propuestas llenas de corchetes y paréntesis.
Todas las opciones evocan como mínimo 1 billón de dólares anuales, pero con definiciones muy variables.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, un grupo regional latinoamericano, AILAC, propuso al grupo de trabajo una partida de ayuda específica para esa región, mientras que otra opción sería que todos los países menos desarrollados (en esencia los africanos) recibirían al menos 220.000 millones de dólares.
"El nuevo texto propone más opciones concretas para llegar a un acuerdo sobre el monto total, así como objetivos específicos para los países menos adelantados o más vulnerables", comentó para la AFP Friederike Röder, de la ONG Global Citizen.
"Desafortunadamente, esta búsqueda de precisión se detiene ahí. Las propuestas para definir claramente lo que constituyen los financiamientos climáticos, y garantizar un seguimiento cercano y transparente, siguen siendo insuficientes", subrayó.
"El último texto de negociación, con sus 34 páginas, refleja todas las opciones sobre la mesa", destacó David Waskow, del grupo de reflexión WRI. "Los negociadores deben ahora trabajar para reducirlo a unas pocas decisiones clave sobre las cuales los ministros tendrán que luchar la próxima semana", comentó.