Afectada por una sequía precoz, la Amazonía vive una situación ´crítica´
La peor temporada de incendios en 20 años
La Amazonia brasileña vive su peor temporada de incendios en veinte años, a pesar de que la deforestación ha disminuido. Esto se debe en gran parte a la grave sequía. Tras alcanzar un máximo histórico en 2023, es posible que la sequía marque un nuevo récord este año.
En Brasil, la imagen es impactante y presagia lo peor: un pescador de 85 años, cubierto de barro y confundido con el paisaje desolador, atascado en medio de un río seco. Belmiro Tavares, pescador del estado de Amazonas, había partido el 23 de julio con su pequeña embarcación. Lo encontraron seis días después en grave estado de deshidratación.
En los estados de Rondonia, Acre y Amazonas, los principales ríos ya han empezado a secarse. La situación ha sido calificada de "crítica" por la Agencia Brasileña del Agua. Con menos lluvias este año, la sequía ha empezado antes y ha contribuido a exacerbar los incendios.
Algunos científicos, como José Francisco Gonçalves, de la Universidad de Brasilia, hablan de un proceso de sabanización de la Amazonia. En su opinión, las sequías extremas ya no se compensan con periodos de inundaciones.
"La curva de variación se acerca cada vez más a la sequía. Estamos transformando Sudamérica a tal velocidad que los organismos no pueden adaptarse", explica.
En 2023, las fotos de delfines rosados muertos y del preciado pirarucú, el pez gigante amazónico, dieron la vuelta al mundo. Este año, la sequía parece que volverá a ser dramática.