¿Un tratado?
En el año 1874, Haití y la República Dominicana firmaron un tratado de paz, amistad, comercio, navegación y extradición, el primero entre ambas naciones luego de largos años de conflicto.
Un día como hoy en 1880, los dominicanos enviamos a Haití a Ulises Heureaux a suscribir un acuerdo de "buena voluntad", lo que evidenciaba que el acuerdo firmado apenas seis años antes no había tenido el efecto deseado.
A partir de esos años, el conflicto entre las dos naciones se desarrolló alrededor de la frontera.
Las presiones haitianas por apropiarse de pedazos de territorio que los dominicanos alegaban eran propios obligó a la firma de varios tratados de frontera que culminaron en 1936 con el protocolo de límites que se selló trágicamente con "el corte" de 1937 ordenado por Trujillo.
A partir de entonces, los límites de la frontera dejaron de ser el problema y su lugar fue ocupado por los temas de carácter económico que, a su vez, devinieron en problemas migratorios porque mientras las diferencias económicas entre ambos países sean abismales habrá haitianos queriendo cruzar hacia este lado. Simple ley de la vida y de la economía.
Como las relaciones dominico-haitianas se han vuelto tan complicadas, quizás ha llegado el momento para explorar la firma de un tratado abarcador que apoye el desarrollo de Haití y organice los intercambios entre ambas naciones. Lo dejo de tarea.
atejada@diariolibre.com
Un día como hoy en 1880, los dominicanos enviamos a Haití a Ulises Heureaux a suscribir un acuerdo de "buena voluntad", lo que evidenciaba que el acuerdo firmado apenas seis años antes no había tenido el efecto deseado.
A partir de esos años, el conflicto entre las dos naciones se desarrolló alrededor de la frontera.
Las presiones haitianas por apropiarse de pedazos de territorio que los dominicanos alegaban eran propios obligó a la firma de varios tratados de frontera que culminaron en 1936 con el protocolo de límites que se selló trágicamente con "el corte" de 1937 ordenado por Trujillo.
A partir de entonces, los límites de la frontera dejaron de ser el problema y su lugar fue ocupado por los temas de carácter económico que, a su vez, devinieron en problemas migratorios porque mientras las diferencias económicas entre ambos países sean abismales habrá haitianos queriendo cruzar hacia este lado. Simple ley de la vida y de la economía.
Como las relaciones dominico-haitianas se han vuelto tan complicadas, quizás ha llegado el momento para explorar la firma de un tratado abarcador que apoye el desarrollo de Haití y organice los intercambios entre ambas naciones. Lo dejo de tarea.
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