¡Oh tiempos!
La gran mayoría de los avances tecnológicos tienen impacto sobre el empleo. Ya sea que demanden un empleo de mayor nivel intelectual, o que lo reduzcan, como quiera tienen un impacto que golpea a la gente.
Un ejemplo claro: cada día más personas viajan por avión, pero menos dependen de una agencia de viaje para adquirir el boleto. Muchos ya lo hacen por la Internet, privando a muchos de su empleo.
Ya no basta con estar alfabetizado. Hay que saber manejar una computadora. Ya no basta un título universitario. Se necesitan maestrías y doctorados para alcanzar un buen nivel de salario. Trujillo, en 1931, se lamentó de tantas “togas y birretes sin destino”, por la incapacidad de la sociedad para otorgarles empleo. Hoy, la era del empleo está moribunda. Hay que ser emprendedor, tener tenacidad y ser frugal. Los tiempos han cambiado.