De remúa y jumiadora
Repasando la memoria con viejos amigos, divagamos acerca de la diferencia de la urbe cibaeña de donde provenimos con la capitaleña. Aunque ahora somos “campitaleños”, conservamos nuestras raíces y seguimos llamando limoncillo a lo que en el Distrito es quenepa y jobo a lo que en Santiago es ciruela. Pero el coloquio entre “campitaleños” fue sobre palabras en desuso o que han perdido significado, para lo que retomamos un escrito de Román Franco Fondeur en el que hace el siguiente recuento: Túnico (vestido de mujer); remúa (muda, ropa); calzapollo (zapato rústico); jumiadora (lámpara de gas); pantaleta (luego blumen, hoy pantie). La evocación llevó hasta el “buche de perico”, plato criollísimo de arroz y granos de maíz.