¿De quién es la culpa?
Es una conducta muy humana fijar responsabilidades, no tanto admitirlas
Es una conducta muy humana fijar responsabilidades, no tanto admitirlas. De hecho, quienes admiten las responsabilidades suelen acabar en los dos polos de una polémica, o como héroes o como villanos, sin medias tintas. Y un ejemplo de ello es lo ocurrido con las lluvias del pasado fin de semana, que clama por fijar responsabilidades, pero nadie ha levantado la mano a aceptar la culpa, ni lo hará.
Tomemos, por ejemplo, el diluvio que nos cayó arriba y todo lo que provocó. El trofeo al gran culpable fue otorgado al cambio climático. ¿Es cierto eso? Sí, pero solo lo que respecta a la cantidad de lluvia, no a lo que ella desencadenó. ¿Es responsable el cambio climático de que Santo Domingo no tenga un buen sistema de drenaje? ¿Es culpable el cambio climático de que el túnel de la 27 de Febrero no esté bien construido? ¿Es culpable el cambio climático de que una mala construcción bloquee o redirija el flujo del agua? ¿Es culpable el cambio climático de que gente quiera cruzar ríos en carros o a pie? ¿Es culpable el cambio climático de que la población no se haya tomado en serio los anuncios que se hicieron avisando del temporal que llegaría el fin de semana? La respuesta a todas las preguntas anteriores es que no, el cambio climático no tiene la culpa. Lo que pasa es que los políticos y funcionarios han descubierto que culpar al cambio climático suena cool y, como él no puede defenderse, pues es muy fácil echarle todo encima. Y lo cierto es que aquí hay dos responsables claros: los políticos que nos gobiernan y nosotros que los elegimos.
Santo Domingo no se hubiera inundado si los políticos hubieran construido un drenaje y si los ciudadanos lo hubiéramos exigido con contundencia. El túnel no se habría caído, si los políticos hubieran hecho lo que les toca y nosotros los hubiésemos obligado. Las personas no cruzarían los ríos si los políticos procuraran educar bien a la gente en civismo y el pueblo no se conformara con ser instruido para ser un seguidor y no un pensador. Lo peor es que toda esta desgracia, que supera los 30 muertos, volverá a repetirse, porque los políticos no aceptan la culpa y nosotros no se la fijamos, porque es mejor decir que fue el cambio climático.