×
Compartir
Secciones
Última Hora
Podcasts
Encuestas
Servicios
Plaza Libre
Efemérides
Cumpleaños
RSS
Horóscopos
Crucigrama
Herramientas
Más
Contáctanos
Sobre Diario Libre
Aviso Legal
Versión Impresa
versión impresa
Redes Sociales

Ante la falta de un muro de contención en SDE

Dio Astacio y su gestión fallida

Expandir imagen
Ante la falta de un muro de contención en SDE
Dio Astacio es señalando que su estilo de liderazgo es irresponsable y carente de planificación. (FUENTE EXTERNA)

Las gerencias públicas, al margen de su naturaleza, en ánimo de cumplir positivamente con sus responsabilidades requieren, inexorablemente, de la existencia de un sólido y contestatario contrapeso, dinámico y constante, que desarrolle un seguimiento objetivo de sus acciones cotidianas.

Hacemos referencia a una especie de muro de contención, integrado por auténticos representativos de las fuerzas vivas de la comunidad, en cuyos propósitos debe imperar el interés innegociable de que los planes, proyectos y programas emprendidos por el organismo fiscalizado terminen convirtiéndose en aportes positivos al colectivo en cuestión.

Se trata de un mecanismo idóneo para, en cierta medida, garantizar la gestión gerencial exitosa que todo ciudadano sensato aspira en su lar de residencia.

Circunscrito a esa visión, en el caso del Ayuntamiento del municipio Santo Domingo Este, encabezado por el exhibicionista y bufónico Alcalde Dio Astacio, es atinado prever que de continuar sus ejecutorias de la manera cómo hasta el momento lo ha protagonizado, sin aparente control y una improvisación que raya en la irresponsabilidad, sus pasos por el mencionado cabildo concluirán sin penas ni gloria.

Su estilo de manejo como funcionario público tiende a evidenciar que permanece más abrazado a cuestionables criterios mercadológicos y cosmetológicos, alejados de la planificación serena, eficiente, consensuada, que imposibilitan el avalar el éxito y la auténtica trascendencia en el tiempo.

El aparente interés de reflejar autosuficiencia, rayando en ocasiones en la teatralidad típica del payaso, obviando en ocasiones la connotación y prudencia que ha de caracterizar a un ejecutivo de su categoría, ha concluido, hasta el presente, que el señor Dio Astacio, no pueda exhibir una obra municipal de verdadera relevancia para marcar positivamente su gestión local.

Para muestra de lo ante manifestado, sobran los botones y las torpezas.

Los hechos son tan evidentes y numerosos que adentrarnos a enunciarlos y analizarlos, en detalles, constituirían una reiteración innecesaria ante los oídos sordos y la terquedad, al tiempo que una manera olímpica de perder tiempo y energía en el correcto ejercicio mental con sensatez.

No obstante, vale el momento para dejar constancia que todavía, si así lo asimilara, el chabacano con dotes de mamarracho, Dio Astacio, tiene tiempo para "casarse con la gloria", sin necesidad de insistir en proyectarse como el nuevo Superman, El Hombre Invencible o el vaquero indomable de las añejas producciones cinematográficas en blanco y negro.

Sin en realidad, practicara la humildad y la modestia, tal como es propio de los genuinos pastores al servicio de los mensajeros y adoctrinadores cristianos, el locuaz y exhibicionista alcalde del principal municipio del país, en el orden poblacional y territorial, importantizara y sobredimensionara el valor del diálogo franco y respetuoso con sus munícipes, alejado de las manipulaciones politiqueras y religiosas, con la finalidad de consensuar sus ejecutorias, generando resultados extraordinarios para la comunidad.

Pero, sinceramente, todo luce que es mucho exigir ante un coloso de pies de barro, con el aparente dote de testarudez que frecuentemente percibimos entre los representativos de la cabezonería hueca, además de saturados de trivialidades.

Nada, dejemos el tiempo transcurrir, ya veremos qué trae el barco, como dice por estos lares.

No desesperéis...

TEMAS -

Sociólogo y comunicador dominicano.