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El César de la televisión dominicana

Resultaría difícil relatar la historia de la televisión dominicana sin mencionar a César Medina, algo que él nunca imaginó cuando nos hacía grabar sus intervenciones televisivas en aquel viejo VHS

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El César de la televisión dominicana
César Medina (ARCHIVO DIARIO LIBRE)

Los mayores de 35 años en la República Dominicana deben recordar las entrevistas y los comentarios que realizaba, con su particular estilo, César Medina en los programas Hoy mismo, Hola matinal y El poder de la tarde.

Desde finales de los años de la década de los 90 hasta mediados de la década del 2000, sus espacios televisivos lideraban los ratings y junto a Freddy Beras Goico eran las personalidades de mayor incidencia en la televisión.

¿Viste a César? Era una pregunta frecuente tanto en los espacios de trascendencia política y social -empresarios, políticos, sacerdotes, militares, periodistas, directores de medios-, como también entre los ciudadanos de a pie, en los autobuses, en las cafeterías y en las oficinas públicas y privadas.

Mi padre inició sus apariciones televisivas a mediados de los años 80 siendo ejecutivo del periódico Hoy. Era invitado con cierta frecuencia a los programas de opinión política donde expresaba sus puntos de vista sobre cualquier tema que estuviera en la palestra. Recuerdo que siempre nos pedía que grabáramos su participación en nuestro “moderno” VHS para luego verse y observar su intervención.

En marzo de 1987 hace una pausa en el diarismo escrito para fundar, junto a otros profesionales el matutino Uno + Uno, del canal 2, y aunque su paso por allí fue breve, le picó definitivamente el gusanillo de la televisión.

Para la temporada de béisbol invernal 1988-1989 y por iniciativa del ingeniero Julio Morales, a la sazón presidente de los Leones del Escogido, crea, junto a Ramón Colombo, el programa Ruge el León, que se transmitía los domingos al mediodía, a través de TV-13, y homónimo de la columna sabatina de humor beisbolero que ambos escribían para el Hoy.

En febrero de 1990, luego de casi dos años tocando puertas junto a su esposa Myrna Pichardo, el empresario Leonel Almonte le da la oportunidad de presentar un programa diario y otro semanal; A tiempo y Recepción, ambos por Rahintel. Solo tres anunciantes le acompañaron en esos inicios: El Banco del Exterior de Elías Atallah; El Catador, de don Pepino Bonarelli; y el Hotel Dominican Concorde, propiedad de Roberto Prats. Mi padre siempre valoró a esos cuatro empresarios que le tendieron la mano y creyeron en él desde el principio.

El programa diario de las 4:00 de la tarde tuvo una duración efímera, manteniéndose en el aire por menos de un año. Únicamente Recepción permaneció y cada sábado a las 11:00 de la noche desfilaban por allí algunos de los principales líderes políticos de la época. Personalidades como Peña Gómez, Juan Bosch, Jacobo Majluta, Jacinto Peynado o Carlos Morales Troncoso participaron en más de una ocasión en aquella novedosa y atrevida oferta televisiva.

Algunos años después y a raíz de la caída de esa planta televisora, el programa tuvo que cambiar de casa, Teleantillas y don Pepín Corripio les ofreció el horario de los sábados a las 12:00 de la media noche, después del juego de pelota. Y si la audiencia era precaria a las 11:00 PM, el lector puede imaginarse cuán mínima era a las 12 y tanto. Sin embargo, mi padre y su esposa aceptaron el reto sin titubear y, en cuestión de unos meses y con mucho esfuerzo y trabajo no solo volvieron a su horario regular, sino que formaron un bloque de programas los sábados de 9:00 a 12:00 PM, integrando a colegas y amigos como Luisín Mejía, Luis González Fabra, Silvio Herasme Peña, Wilfredo Alemany, además del doctor Julio Hazim.

El éxito de estos espacios le otorgó el bagaje y prestigio para aventurarse a asumir, a modo de arrendamiento, en el año 1996, la programación del Canal 10 de Telecable Nacional de la familia Ginebra, administrado por José Florentino. Ahí creó los programas Hola matinal, ¿Qué tal? y Noticias 10 y les brindó la oportunidad a otros colegas y amigos de colocar sus espacios de televisión. Don Frank Arredondo, Soraya Castillo, José Ares, Pablo Mckinney, Ramón Colombo, Alfredo Freites, Freddy Sandoval, Víctor Gómez Casanova, Rafael Ovalles, Marian De la Mota, doña Zaida Lovatón Ginebra y otros, acompañaron a mi padre en estos proyectos. Todos excelentes periodistas y profesionales de primer nivel en sus diferentes áreas.

Hola matinal fue el primer programa de televisión por cable retransmitido por una estación abierta, cuando la emisora estatal RTVD canal 4, lo reproducía de manera simultánea entre los años 1997-1999, mientras esa planta televisora era dirigida por el periodista Juan Deláncer. Hola matinal fue también el primer espacio de opinión en televisión por cable en ser económicamente rentable y comunicacionalmente influyente.

A mediados de año 1999 y luego de una intensa negociación con Color Visión de don Popy Bermúdez, relanza el programa Hoy mismo, que todavía se mantiene en el aire. Allí vivió sus años de esplendor y tuvo la oportunidad de realizar las más emblemáticas entrevistas a personalidades como Hatuey Decamps, Vincho Castillo, Hipólito Mejía, Leonel Fernández, Danilo Medina, Salvador Jorge Blanco, el Cardenal López Rodríguez, entre otros tantos líderes políticos, sociales, culturales, deportivos y religiosos del país.

Lo acompañaron en esos trajines, don Ellis Pérez, Jacqueline Morel, Miguel Franjul, Cristhian Jiménez, Bonaparte Gautreaux Piñeyro, Yolanda Martínez, Zoila Luna, Leo Corporán, Adelaida Hernández, Geomar García, Julio Martínez Pozo, Adolfo Salomón, Dany Alcántara, Alberto Caminero, Huáscar Andújar, Elías Ruiz Matuck, Daniela Espinal, Alejandro González Pons y mi hermano mayor Oscar Medina, quien ha seguido al frente del espacio con profesionalidad y manteniendo altos niveles de rating, incidencia y facturación.

Unos años después innovó con el programa El poder de la tarde, transmitido simultáneamente por radio y televisión a través de Teleradio América, donde se hacía acompañar de los mismos profesionales establecidos en los programas de televisión matutinos. Este espacio le permitía interactuar con los oyentes a través de la línea telefónica y tuvo muy buena acogida del público.

Mi querido padre se retiró finalmente de la televisión en agosto del año 2012, se dedicó a sus labores diplomáticas y a escribir su columna diaria en el periódico Listín Diario hasta que su enfermedad se lo impidió. Sin embargo, resultaría difícil relatar la historia de la televisión dominicana sin mencionar a César Medina, algo que nunca imaginó cuando nos hacía grabar sus intervenciones televisivas en aquel viejo VHS.

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