«Encartado», eufemismo o maquillaje expresivo
"Encartado", se puso aquí muy de moda a partir del momento en que un grupo de "prestantes" ciudadanos fueron a parar a la cárcel
La susodicha y hasta hace pocos años desconocida voz en el habla dominicana, "Encartado", se puso aquí muy de moda a partir del momento en que un grupo de "prestantes" ciudadanos fueron a parar a la cárcel, en el mes de julio del 2017, acusados de recibir sobornos de la empresa constructora Odebrech.
Como es normal, cada hecho, cada acontecimiento de impactante relevancia saca a la luz voces de uso poco común o que no forman parte del léxico activo de los hablantes pertenecientes a una comunidad lingüística determinada. En el ámbito dominicano, el caso Odebrecht, por ejemplo, contribuyó a que se extrajera del cofre de la lengua española, y posteriormente se popularizara, un término que hasta el año antes citado escasamente se había escuchado y mucho menos utilizado: "Encartado"
¿Qué significa esta palabra?
Según el diccionario académico, "Encartado" soporta, entre otras acepciones, el significado de individuo: «Sujeto a un proceso, especialmente penal»
Todo ser "sujeto a un proceso..." es, por definición, un procesado, voz esta que en el español dominicano y en otras partes del mundo hispanohablante entraña los más negativos y desagradables valores significativos: "encausado", "condenado", "acusado", "enjuiciado", "inculpado..."
Merced a estos valores semánticos nada placenteros, "procesado" se nos presenta entonces como una palabra "tabú" (*). Para evitar utilizarla, mas si se les aplica a individuos provistos de rangos, alcurnia o prestigio social, entonces se maquilla o reemplaza por otra que como "encartado" resulta más galante, inofensiva, elegante y decorosa. Y, por consiguiente, menos atentatoria a la moral, al honor y a las buenas costumbres.
Conforme a las ideas preindicadas, el novedoso vocablo, "encartado", ha de ser concebido como un auténtico eufemismo (**), cuyo uso, en el contexto dominicano, tendría como propósito central, consciente o inconscientemente, minimizar la dolosa etiqueta que sí entraña el vocablo "imputado" en perjuicio de unos ciudadanos (empresarios, funcionarios, políticos...) que la sociedad percibe como "honorables"
Por eso no ha de extrañar que solo estos seres con prestancia, nombres y apellidos sean llamados "encartados" por nuestros comunicadores sociales, no así los individuos o delincuentes comunes que incurren en faltas graves reñidas con la ley; pero que carecen de rango y distinción. Cuando estos últimos son sometidos a la justicia, ya no se tratará de "encartados", sino de "imputados", "acusados", "procesados", "encausados", "violadores de la ley", etc.
Por esa misma razón, mientras en una nota noticiosa se lee:
« En algunos de los casos que sigue la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (Pepca) como Antipulpo, Coral y Coral 5G,los encartados han logrado llegar a un acuerdo de devolver el dinero producto del flagelo, y así convertirse en testigos, dependiendo de la particularidad de lo tratado...» (Hoy, sept. 30/2022)
En otra, sin embargo, con distinto tono semántico, se lee el siguiente titular:
«Dictan tres meses de prisión preventiva contra dos de los imputados por asalto al Banco Popular...» (Diario Libre, junio 18/2024)
¿Qué significa eso?
Que las denominaciones para referirse al sometido a la justicia, especialmente por robo, varían según el apellido, prestigio o la clase social a la que pertenezca la persona procesada, vale decir, según el traje que esta exhiba. Si viste traje de gala, el acusado de robo será llamado" Encartado"; mas se carece de nombre o rango social, para nuestros periodistas, simplemente se tratará de un imputado, procesado, delincuente o inculpado.
Notas:
(*) – Palabras Tabú:son aquéllas que hacen referencia a temas considerados desagradables por una cultura y que, por tanto, son consideradas soeces, indelicadas, vulgares, de mal gusto o atentatorias contra la dignidad, la moral y el decoro.
(**) – Eufemismos:Son las palabras o expresiones que los hablantes utilizan en sustitución de las palabras tabú. Palabras o expresiones políticamente aceptables o menos ofensivas que sustituyen a otras palabras de mal gusto que pueden ofender o sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente.