A propósito de las reformas
Luis Abinader impulsa reformas clave para el progreso nacional
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader Corona, se propone introducir reformas, entendidas como necesarias en el país, con el objetivo de actualizar determinados sectores fundamentales de la vida nacional que repercuten en beneficio de la ciudadanía. Las reformas se conciben como una solución que corregirá áreas que no funcionan de acuerdo con la nueva realidad. Buscan mejorar el sistema existente en forma progresiva y por etapas.
El Centro Interamericano de Administración Tributaria (CIAT) señala que, desde el punto de vista político, la principal preocupación de un jefe de estado, al implementar las reformas, es elegir el momento idóneo y las palabras concretas para que la reforma tenga éxito y legitimidad ante la ciudadanía, ya que los cambios suelen implicar medidas poco atractivas. Por eso, reviste mucha importancia el saber comunicar, o ´vender´ la reforma, sobre todo en países como el nuestro, donde el estado de bienestar está aún por construirse.
En este sentido, el CIAT recomienda que, cuando se desee implementar una reforma, primero se trate de convencer, en lugar de imponer, a la ciudadanía. En esta misma línea, Goenaga Ruiz (2014) señala como ejemplo el caso del éxito de la reforma fiscal en España en 1977, que a pesar del gran incremento de la presión tributaria, contó con la legitimación ciudadana, gracias a la importante labor política de comunicación e información a la ciudadanía sobre el por qué y para qué de la reforma.
Las consideraciones anteriores permiten entender las razones por las que el presidente Abinader busca el consenso general ante esta propuesta de reforma. Por otra parte, varios expertos nacionales en este importante tema, así como diferentes medios de comunicación, economistas y otros sectores, publican artículos con el objetivo de edificar a los ciudadanos.
Ante este panorama de reformas que vive el país, considero oportuno evocar, en la memoria colectiva nacional, los aportes de Mons. Agripino Núñez Collado, en su calidad de mediador, cuando la nación atravesaba por situaciones de crisis políticas y sociales.
Durante más de medio siglo, monseñor Agripino Núñez Collado realizó un intenso trabajo voluntario de mediación y concertación social. Lo inicia por sugerencia de la Conferencia del Episcopado Dominicano y más tarde, a solicitud de los mismos sectores en conflicto, empleadores, sindicalistas, partidos políticos y gobierno.
El historiador Roberto Cassa, en la presentación del libro Ahora que puedo contarlo, escribió lo siguiente:
"En cualquier perspectiva en que se visualice la historia dominicana de las últimas décadas, Mons. Agripino Núñez Collado es uno de sus protagonistas de relieve. Desde los años 70, su compromiso académico lo complementó con el servicio que buenamente ofreció al país, en su función de mediador político y que buenamente fue aceptada por los principales actores del sector político de la época, como son altos funcionarios, legisladores, dirigentes partidistas, empresario, entre otros."
A continuación, se ofrece una breve relación de la participación de Mons. Núñez Collado en distintas situaciones de crisis políticas y sociales en el país desde 1970 hasta 2020:
- Mediador en las elecciones de 1978. Los principales candidatos fueron el doctor Joaquín Balaguer y don Antonio Guzmán Fernández. En 1979, a sugerencia de Monseñor, la Junta de Directores de la hoy Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra decide hacer una acto para la reconciliación del liderazgo nacional, que sirviera de ejemplo para la convivencia de la comunidad nacional.
- En el decenio de los años 80, el país vivió un proceso descomunal de inflación, junto a una grave crisis económica, con un desabastecimiento casi total de los rubros importados, especialmente el de los combustibles. La mediación de Mons. Núñez Collado, junto a representantes de la sociedad, produjo como resultado la firma de un pacto económico.
- Impulsó y coordinó el Diálogo Tripartito en 1985. Fue un ejercicio de diálogo entre gobierno, trabajadores y empresarios, que llevó a la promulgación de la Ley 16-92, del código de trabajo aún vigente, creando así un marco jurídico laboral para los dominicanos.
- Gestionó el Pacto por la Democracia en 1994. En ese momento, se produjo un acuerdo entre el Dr. José Francisco Peña Gómez y el Dr. Joaquín Balaguer, candidatos a la presidencia de la República Dominicana.
- En el año 2005, el Poder Ejecutivo dio forma jurídica al órgano de participación consultiva y concertación social a través del diálogo en la entidad que lleva el nombre de Consejo Económico, Social e Institucional (CESI) mediante el Decreto 13-05. Ese mismo año, Mons. Agripino Núñez Collado, fue designado presidente del CESI, un organismo que dirigió desde 2005 hasta 2020. Esta responsabilidad le fue delegada por su ampliamente conocida labor como educador, conciliador y por su liderazgo y su preocupación por el desarrollo y la preservación del sistema democrático en la Republica Dominicana.
- En 2010, coordinó los trabajos del Consejo Nacional de Desarrollo, de la Reforma Constitucional.
- Fue miembro del equipo coordinador del Pacto Nacional para la Reforma Educativa en 2013.
- Coordinó la negociación del pacto eléctrico, 2014-2017.
Como bien señala la columna De buena tinta, de Diario Libre (19 de junio de 2024), no se puede cosechar sin primero sembrar. Indiscutiblemente, Mons. Núñez Collado sembró una cultura de diálogo en la República Dominicana. Qué bien que el presidente Luis Abinader haya sabido cosechar de esas iniciativas del diálogo. Hoy, el país cuenta con un presidente dispuesto a escuchar a los distintos sectores y a llamar a un consenso.
Estamos en un mundo de cambios y de transformaciones en todos los aspectos, lo que hace inminente la propuesta de reformas. Los ciudadanos reconocen la difícil tarea del presidente Abinader al afrontar un proceso de reformas como el actual. Pero se ha de confiar en que el presidente sabrá encontrar lo más conveniente para la ciudadanía y el desarrollo de República Dominicana. A este respecto, esperemos que la evocación de la gran labor conciliadora de Monseñor Agripino Núñez sirva de inspiración a los mediadores o actores del actual proceso de concertación nacional.