Una restricción monetaria importada
Mercado laboral de EE. UU. sólido pero incompatible con objetivos inflacionarios
El miércoles 18 de diciembre se confirmó que la Reserva Federal gestionará con cautela el ajuste de su tasa de interés. Tras el anuncio de la aprobación de la rebaja de 25 puntos básicos a la tasa de interés de referencia, Jerome Powell, el presidente del banco central de Estados Unidos, afirmó que la institución está preparada para tomarse una pausa en el proceso de recortes de ese importante instrumento de política. Entre septiembre y diciembre de 2024, la tasa se redujo en tres ocasiones, y disminuyó un total de 100 puntos básicos para colocarse en el rango que va del 4.25% al 4.5%.
La persistencia de la tasa de inflación influye en el cambio de postura del organismo emisor. Medida a través de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), la tasa de inflación interanual a noviembre subió a un 2.7%, mientras que la tasa de inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos y energía, se situó en el 3.3%. La variación del índice de precios de gastos de consumo personal, indicador preferido por la Reserva Federal, alcanzó en términos interanuales a noviembre un 2.4%, 0.1 puntos porcentuales por encima de la registrada a octubre. Esas cifras confirman que la tasa de inflación se encuentra sobre una trayectoria ascendente, muy lejos de la meta del 2%. Peor aún, se estima que la inflación de 2025 se situará en 2.5%, 0.1 puntos porcentuales por encima de la inflación proyectada para 2024. El banco central prevé que será en 2027 cuando se logre alcanzar la meta de inflación.
La Reserva Federal otorga mucha importancia a las condiciones del mercado laboral, el cual, a pesar de un ligero enfriamiento, sigue muy activo y sólido. Según sus estimaciones, la tasa de desempleo cerrará en un 4.2%, mientras que la variación de los salarios por hora lo hará alrededor del 4%, cifra superior al ritmo compatible con la meta inflacionaria.
Ante esas informaciones, las autoridades monetarias determinaron la necesidad de mantener la tasa de interés de referencia en un territorio restrictivo para colocar la inflación sobre una ruta descendente. Por ese motivo, en lugar de los cuatro recortes proyectados en septiembre para el 2025, en la reunión de la semana pasada se anunció que solo realizarán dos recortes de 25 puntos básicos cada uno. Esto situará la tasa de interés de la Reserva Federal en un rango de entre un 3.75% y un 4%.
A pesar de que Powell indicó que todavía es demasiado pronto para determinar el impacto, se mostró preocupado por las propuestas de política del presidente Donald Trump. En particular, el presidente electo ha anunciado que subirá los aranceles a las importaciones de China, México, Canadá y la Unión Europea, a menos que esos países reduzcan los subsidios, combatan el narcotráfico y la inmigración ilegal, y aumenten sus compras de gas natural y petróleo a los Estados Unidos. Por otro lado, Trump ha prometido deportar a millones de inmigrantes en situación irregular, lo que reducirá la oferta de mano de obra y presionará hacia arriba el salario por hora. Además, ha propuesto un recorte de algunos impuestos internos, medida que podría elevar el déficit público e incrementar la demanda agregada, lo que presionaría al alza la tasa de inflación. Ese tipo de políticas obligaría a la Reserva Federal a mantener elevadas las tasas de interés por un tiempo más prolongado.
El mercado modificó sus expectativas considerando la nueva información del banco central estadounidense. Se prevé que a partir de enero de 2025 se suspendan los ajustes a la baja de la tasa de interés hasta, por lo menos, abril de ese año. En concreto, la probabilidad actual de que en enero se mantenga sin cambios la tasa de interés de referencia es de un 91%. Asimismo, se proyecta con una probabilidad de un 52% que en marzo la tasa de interés de política monetaria continúe dentro del rango que va de 4.25% a 4.5%.
El mensaje restrictivo de la Reserva Federal, que se manifestó en un aumento de la tasa de rendimiento de las Notas del Tesoro a diez años, puede colisionar con la intención de Donald Trump de acelerar el ritmo de crecimiento económico más allá del 2.1% proyectado para 2025. Si la tasa de interés permanece mucho tiempo en territorio restrictivo, es previsible que en los próximos meses se reduzca el ritmo de crecimiento de la demanda agregada y suba la tasa de desocupación. El escenario resultante no será del agrado del presidente Trump, quien podría presionar al banco central para que reconsidere su política monetaria. Una confrontación de ese tipo sería perjudicial no solo para Estados Unidos, sino para el resto del mundo.
Las recientes señales de la Reserva Federal han llevado a diversos bancos centrales a ajustar sus políticas monetarias. El Banco de Inglaterra, reconociendo la persistencia de la inflación en su economía, mantuvo sin cambios su tasa de interés en diciembre y mostró su disposición para reducir el ritmo de recortes en 2025. Ante esa noticia, la tasa de rendimiento de los bonos británicos subió hasta un 4.66%, el nivel más alto en doce meses.
Por otro lado, el Banco Central Europeo advirtió que se distanciará de la política monetaria de la Reserva Federal, pues seguirá con el recorte de su tasa de interés. El objetivo del organismo emisor de la eurozona es estimular el crecimiento económico, que se encuentra apenas alrededor de un 0.8%. Dicha decisión ha provocado una depreciación del euro frente al dólar de los Estados Unidos.
Las decisiones monetarias estadounidenses también condicionarán la política del Banco Central de la República Dominicana. El organismo emisor dominicano posee una extraordinaria credibilidad, la cual le ha permitido durante décadas enfrentar exitosamente diversos choques externos. Por esta razón, se espera que logre mantener ancladas las expectativas de inflación en un entorno adecuado para sostener un ritmo de crecimiento cercano al potencial. Para ello deberá gestionar de manera óptima su política de tasas de interés, teniendo en cuenta que las acciones de la Reserva Federal constituyen una ineludible restricción monetaria importada.
Se prevé que a partir de enero de 2025 se suspendan los ajustes a la baja de la tasa de interés hasta, por lo menos, abril de ese año. En concreto, la probabilidad actual de que en enero se mantenga sin cambios la tasa de interés de referencia es de un 91%. Asimismo, se proyecta con una probabilidad de un 52% que en marzo la tasa de interés de política monetaria continúe dentro del rango que va de 4.25% a 4.5%.