RD: con pronóstico reservado
El comportamiento del coronavirus durante lo que va de diciembre es un claro indicador de que en enero de 2021 República Dominicana estaría calificada para ser declarada un país con pronóstico reservado, debido a las secuelas que dejarían las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Los números de contagios y de fallecimientos en poco más de la primera quincena ya habían superado los de noviembre, y justo hoy comienza un período de feriado de cuatro días en los que podríamos decir que en buena parte de la población las medidas de cuidado podrían quedar prácticamente en la nulidad. Lo mismo se proyectaría para el feriado de fin de año.
El comportamiento de la población, cual desafuero emocional, lo hemos constatado en manifestaciones como las tradicionales compras masivas en las principales arterias y plazas comerciales, celebraciones privadas y encuentros de fines de semana en centros de esparcimiento.
Y si esto es antes de dos feriados de cuatro días consecutivos cada uno, ¿qué no debemos esperar para el 2021? Desde mi perspectiva: lo peor. Las medidas adoptadas por las autoridades con miras a estas fiestas no han sido bien calificadas por el Colegio Médico Dominicano (CMD) ni por renombrados especialistas en la materia; por ende, también esperarían lo peor.
Los que por una u otra razón hemos tenido que estar involucrados en temas de salud en la última semana, podemos dar testimonio de que tanto hospitales como grandes centros de salud privados del país han visto incrementar la demanda de camas para pacientes con COVID-19, así como en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
Sigo pensando que la dispensa en la recta de este final de año se convertiría en una espiral de contagios, por la inconducta que desde el principio de la pandemia asumió la población, lo cual traería y potenciaría las dificultades que ya sabemos en términos de camas disponibles y de acopio de recursos para dar respuestas a una pandemia para la cual ni el mundo ni el país estaban preparados.