Crónica de un rebrote anunciado
La curva de contagios asciende y aún faltan las celebraciones de Año Nuevo, así como otras actividades masivas
Desde hace varias semanas expertos en salud pública y especialistas de distintas ramas de la medicina habían advertido con gran preocupación sobre la posibilidad de que, luego de las tradicionales fiestas de Navidad y Año Nuevo, se produjera un incremento del SARS-CoV-2 en República Dominicana.
Así ha sido, con el agravante del incremento del dominio de casos asociados a las variantes delta y ómicron, lo que ha llevado al Gobierno a emitir una alerta epidemiológica en el Gran Santo Domingo, Santiago y San Cristóbal, zonas con mayor cantidad de casos COVID-19.
Hasta el sábado 18 de diciembre, antes del primer concierto de Romeo y el Grupo Aventura, así como del feriado de Navidad, el Ministerio de Salud Pública reportaba 183 casos nuevos de contagios; este martes, el boletín epidemiológico daba cuenta de 911 nuevos casos y la cifra de fallecidos se situaba en 4,246 personas.
La curva de contagios asciende y aun faltan las celebraciones de Año Nuevo, así como otras actividades masivas, una de ellas llamada para el 1 de enero, con un estimado de 35 mil personas concentradas en un mismo espacio.
Con este pico ascendente y la circulación masiva de las variantes ómicron y delta, muy tristemente nuestra nación entra en la penosa lista de las más de 90 que han identificado la mutación en su territorio.
No me parece que el país tenga otro camino, sino proceder a tomar las medidas que fueren necesarias a la luz de los incrementos de casos positivos y las tendencias de oleadas de la enfermedad, tal como ha ocurrido en Norteamérica y Europa. Ya son muchos los parientes y amigos que hemos perdido por el COVID-19, ojalá y asumamos con responsabilidad el protocolo para disminuir la curva de contagios. ¡Año Nuevo con prevención, con mascarillas y distanciamiento físico!