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El entorno macroeconómico y el presupuesto complementario

«Nosotros esperamos que, durante la segunda quincena de mayo, más temprano que tarde, estemos entregando en el Congreso de la República, la reformulación del presupuesto para conseguir la autorización de las nuevas fuentes de financiamiento y los pasos que se requieran para los fondos de la Junta Central Electoral, en caso de que haya una segunda vuelta. [...] “El aplazamiento de pagos de impuestos, la facilitación de financiamientos, postergación de cuotas, disminución de las tasas de interés y la eliminación de los cargos por mora son medidas dirigidas a mejorar la capacidad de la clase media de atender esta situación de emergencia». Ministro de Hacienda, Nota de Prensa, mayo 5, 2020

El panorama macroeconómico mundial ha cambiado radicalmente en cuestión de unos meses hacia acá; también lo ha hecho nuestra realidad económica. Son los resultados, mayormente, de la pandemia COVID-19. En general, se espera que las tasas de crecimiento sean negativas para un amplio rango de países desarrollados. En el caso doméstico, se espera que la economía dominicana registre, en el mejor de los casos, cero crecimientos durante el presente año. Asimismo, en el Marco macroeconómico Plurianual – que sirve de base para la elaboración del presupuesto nacional – se asumió que el precio del barril de petróleo (WTI) para 2020 seria de US$ 59.1, mientras que el precio del oro se previó en US$1,390.8 la onza troy. En ambos bienes – oro (US$1,701.39/onza) y petróleo (US$26.18/barril) – los precios observados hasta la fecha son muy favorables para nuestra economía.

Sin embargo, la tasa de cambio – una variable fundamental en los cálculos presupuestarios del gobierno y de la economía en general – ha tenido un comportamiento adverso cuando se comparan los valores presupuestados y los observados en el mercado cambiario. En los primeros ocho meses del pasado año la depreciación acumulada del peso dominicano fue de 2%, en tanto que solo en los últimos cuatro meses de ese año la depreciación alcanzó el 3.2%. Para 2020, el marco macroeconómico del presupuesto prevé que la tasa de cambio a diciembre alcanzaría un valor de RD$55.49/US$, mientras que la tasa de cambio promedio se situaría en RD$53.56 por cada dólar. Ambos supuestos lucen, en estos momentos, altamente irrealistas. En este sentido, la tasa de cambio promedio en lo que va de año es de RD$53.65/US$, ligeramente superior a la presupuestada, y quedan prácticamente siete meses del año 2020. La tasa de cambio reportada por el Banco Central al seis de mayo es RD$54.65, apenas RD$0.84 por debajo del valor que se espera en diciembre.

En todo caso, los valores de la tasa de cambio reportados oficialmente no reflejan la realidad que está viviendo el mercado cambiario y las dificultades que los agentes económicos están teniendo para cumplir con sus compromisos en dólares. Son largas las listas de espera en el sistema financiero para obtener los dólares demandados. En algunos casos, algunas empresas han preferido cancelar sus pedidos en el exterior, y no arriesgarse a incumplir un contrato por falta de dólares en el mercado. En una situación, como la presente, que la economía dominicana ha experimentado una severa restricción en su capacidad de generar divisas es complicado mantener la estabilidad cambiaria. Pero es una advertencia, también, de que aun con la caída de la demanda agregada y los mayores espacios de tolerancia inflacionaria, la flexibilización monetaria encuentra serios desafíos en el mercado cambiario, en donde se determina el precio que es probablemente el más importante en una economía tan abierta como la nuestra.

De manera que todos estos cambios –algunos muy radicales– que se han experimentado en el entorno macroeconómico obligan a una reformulación del presupuesto vigente, tal como ha anunciado el Ministro de Hacienda. De acuerdo con sus declaraciones, el déficit fiscal pasaría de 2.2% al 4.5% del PIB. Esto significaría agregar un financiamiento extraordinario por unos RD$110,000 millones para cubrir la duplicación del déficit fiscal, si el calculo se hace con la proyección original del PIB para 2020. Pero el gobierno ya ha recibido la mayor parte de ese financiamiento extraordinario; para ser más precisos, si se suman los aportes de los fondos provenientes de distintas fuentes como Idopril, Banco Central, FMI y Banco Mundial, el total de recursos financieros extraordinarios está en la proximidad de los RD$70 mil millones, en menos de dos meses desde que el gobierno anunció las medidas de aislamiento físico y toque de queda.

Es decir que, a pesar de la caída de las recaudaciones en unos RD$25,000 millones en los primeros cuatro meses del año, ha logrado suficientes recursos para enfrentar las consecuencias financieras de la pandemia del COVID-19. El problema es que el horizonte relevante para la presente gestión de gobierno termina el 16 de agosto; o sea, en unos cien días. Al ritmo que va el gasto público y la caída en las recaudaciones, el gobierno habrá alcanzado en ese tiempo la ejecución de la totalidad de los RD$110,000 millones adicionales que estima para el resto del año... Sin embargo, el país sigue y los compromisos de la gestión pública, también. Por ejemplo, para este año las necesidades de financiamiento bruto contempladas en el presupuesto son de RD$246,295.8 millones. Ese es un compromiso que no puede estar sujeto a la continuidad de un Partido o de un gobierno, es una responsabilidad del Estado dominicano; como también lo es dejar un espacio presupuestario para que un nuevo gobierno pueda continuar con una política social que en tiempos de la pandemia pueda atender las necesidades de la gente...

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