En directo-Estela de un pensamiento
Vamos a recordar un poco sobre la opinión que se tenía de la mujer en la época de los grandes filósofos griegos y su estela en las sociedades de antes y en las actuales.
La posición, en sentido general, de la mujer en el orden social era en el mismo nivel de los esclavos, sus derechos eran limitados y su accionar solo se permitía hacia dentro del hogar. El acceso a la educación era inexistente y su participación en los estamentos de poder prácticamente prohibido. Este concepto basado en la inferioridad de la mujer fue tratado tanto por Sócrates como por Aristóteles.
-Sócrates pensaba que no había forma de decir que un hombre o una mujer fuera superior o inferior uno al otro, sin antes pasar por una serie de exámenes basados en la igualdad absoluta de oportunidad para la educación,- una superioridad manifiesta en dichos exámenes, que debemos asumir que han sido justos, basados en el mérito, pero este mérito no se supone que es innato, sino basado en la inteligencia.
-Aristóteles sostenía que la mujer era inferior; ellas solo podían, en parte, manejar las cosas inherentes a la casa y el hombre, claro, manejaba la ciudad estado. Para Aristóteles la inferioridad de los esclavos y de la mujer era innata.
Aristóteles, ese gran filósofo de la antigüedad, quien inventó la ciencia de la lógica, como la idea de la división de las ciencias en disciplinas, distinguidas ambas por su tema en la materia y por su método; no tiene límite el legado que dejó a la humanidad. Pero del rol que impuso a la mujer en aquella época todavía hoy en el siglo XXI existen vestigios de esa actitud que ha permanecido a través de los tiempos.
A pesar de la incursión de la mujer en los ámbitos educativos en muchos países, - que lo más seguro que si Aristóteles viera cómo están de llenas las aulas de estudiantes y principalmente el gran porcentaje de mujeres en las aulas, que hoy en muchos países superan la matrícula masculina, realmente sí levantara la cabeza, como señala el título de la obra "Si Aristóteles Levantara la Cabeza" de María Ángeles Durán, queda una estela de lo que este gran filósofo planteó en aquellos tiempos, la mujer es considerada como algo innato, pertenecer sólo a las cosas del hogar, nada que ver con incursionar en los ámbitos fuera de casa en el orden político, mucho menos en aspirar a dirigir y gobernar un Estado. Desde aquellos tiempos remotos, han sucedido eventos de gran trascendencia en la vida de la mujer: la lucha contra la desigualdad, la educación, la oportunidad de empleo, el derecho al voto, todas estas batallas, unas ganadas, otras a medio ganar, han posicionado a un universo de mujeres en casi igualdad de condiciones con el hombre para ser elegidas a una posición de poder. Hoy contamos alrededor del mundo con mujeres Presidentas, Primeras Ministras, Congresistas, Cancilleres, Embajadoras, Dirigentes empresariales, etc... Esto demuestra que la mujer al igual que el hombre puede ejercer una posición como la de dirigir una nación, tan bien como lo puede hacer un hombre, con capacidad, sabiduría y sentido de responsabilidad. En nuestro país hemos tenido desde el siglo pasado una revolución dentro del ámbito educativo, (aunque muchas todavía no tienen acceso a la misma), la presencia de la mujer dominicana colma los espacios académicos, desde donde emergen profesionales en las diferentes disciplinas del conocimiento, lo que indica que hoy en día, la mujer dominicana está en capacidad de mostrar su potencial para dirigir cualquier entidad ya sea esta pública o privada. En la política nosotros hemos tenido una vicepresidenta que muy bien pudo haber sido Presidenta, así como Ministras de Estado, Senadoras y Diputadas. Hoy día contamos con mujeres capaces de ejercer con dignidad la más alta posición que una persona puede asumir en su país de origen, la Presidencia de la República.
Dicen que la política no es nada fácil, entrar en ese juego político conlleva un temple que se tiene que estar sumamente convencida que romperás con el pensamiento aristotélico por no decir machista, de que la mujer no es capaz de ejercer sus funciones fuera del hogar; con la excelencia que amerita una posición de tan alto rango. Aparte de mantener su esencia de mujer; como madre, jefa de hogar, esposa, etc... ¿O me equivoco?
Debemos reconocer que hoy tenemos mujeres en posiciones de mucha importancia, en algunas partes del mundo, un ejemplo muy reciente es el nombramiento de la Ministra Francesa de Economía, Christine Lagarde, como Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), primera mujer que dirigirá el poderoso FMI. Por otro lado fue nombrada la Sra. Jill Allen Abramson, primera mujer como Directora Ejecutiva en 160 años de historia del New York Times, tradicional diario neoyorkino. El poder de las mujeres crece. La mujer dominicana cada vez más se integra al desarrollo de nuestro país e incursiona con más seguridad en ámbitos que anteriormente eran exclusivos para hombres. Lamentablemente no para muchas mujeres en la faz del planeta Tierra.
La posición, en sentido general, de la mujer en el orden social era en el mismo nivel de los esclavos, sus derechos eran limitados y su accionar solo se permitía hacia dentro del hogar. El acceso a la educación era inexistente y su participación en los estamentos de poder prácticamente prohibido. Este concepto basado en la inferioridad de la mujer fue tratado tanto por Sócrates como por Aristóteles.
-Sócrates pensaba que no había forma de decir que un hombre o una mujer fuera superior o inferior uno al otro, sin antes pasar por una serie de exámenes basados en la igualdad absoluta de oportunidad para la educación,- una superioridad manifiesta en dichos exámenes, que debemos asumir que han sido justos, basados en el mérito, pero este mérito no se supone que es innato, sino basado en la inteligencia.
-Aristóteles sostenía que la mujer era inferior; ellas solo podían, en parte, manejar las cosas inherentes a la casa y el hombre, claro, manejaba la ciudad estado. Para Aristóteles la inferioridad de los esclavos y de la mujer era innata.
Aristóteles, ese gran filósofo de la antigüedad, quien inventó la ciencia de la lógica, como la idea de la división de las ciencias en disciplinas, distinguidas ambas por su tema en la materia y por su método; no tiene límite el legado que dejó a la humanidad. Pero del rol que impuso a la mujer en aquella época todavía hoy en el siglo XXI existen vestigios de esa actitud que ha permanecido a través de los tiempos.
A pesar de la incursión de la mujer en los ámbitos educativos en muchos países, - que lo más seguro que si Aristóteles viera cómo están de llenas las aulas de estudiantes y principalmente el gran porcentaje de mujeres en las aulas, que hoy en muchos países superan la matrícula masculina, realmente sí levantara la cabeza, como señala el título de la obra "Si Aristóteles Levantara la Cabeza" de María Ángeles Durán, queda una estela de lo que este gran filósofo planteó en aquellos tiempos, la mujer es considerada como algo innato, pertenecer sólo a las cosas del hogar, nada que ver con incursionar en los ámbitos fuera de casa en el orden político, mucho menos en aspirar a dirigir y gobernar un Estado. Desde aquellos tiempos remotos, han sucedido eventos de gran trascendencia en la vida de la mujer: la lucha contra la desigualdad, la educación, la oportunidad de empleo, el derecho al voto, todas estas batallas, unas ganadas, otras a medio ganar, han posicionado a un universo de mujeres en casi igualdad de condiciones con el hombre para ser elegidas a una posición de poder. Hoy contamos alrededor del mundo con mujeres Presidentas, Primeras Ministras, Congresistas, Cancilleres, Embajadoras, Dirigentes empresariales, etc... Esto demuestra que la mujer al igual que el hombre puede ejercer una posición como la de dirigir una nación, tan bien como lo puede hacer un hombre, con capacidad, sabiduría y sentido de responsabilidad. En nuestro país hemos tenido desde el siglo pasado una revolución dentro del ámbito educativo, (aunque muchas todavía no tienen acceso a la misma), la presencia de la mujer dominicana colma los espacios académicos, desde donde emergen profesionales en las diferentes disciplinas del conocimiento, lo que indica que hoy en día, la mujer dominicana está en capacidad de mostrar su potencial para dirigir cualquier entidad ya sea esta pública o privada. En la política nosotros hemos tenido una vicepresidenta que muy bien pudo haber sido Presidenta, así como Ministras de Estado, Senadoras y Diputadas. Hoy día contamos con mujeres capaces de ejercer con dignidad la más alta posición que una persona puede asumir en su país de origen, la Presidencia de la República.
Dicen que la política no es nada fácil, entrar en ese juego político conlleva un temple que se tiene que estar sumamente convencida que romperás con el pensamiento aristotélico por no decir machista, de que la mujer no es capaz de ejercer sus funciones fuera del hogar; con la excelencia que amerita una posición de tan alto rango. Aparte de mantener su esencia de mujer; como madre, jefa de hogar, esposa, etc... ¿O me equivoco?
Debemos reconocer que hoy tenemos mujeres en posiciones de mucha importancia, en algunas partes del mundo, un ejemplo muy reciente es el nombramiento de la Ministra Francesa de Economía, Christine Lagarde, como Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), primera mujer que dirigirá el poderoso FMI. Por otro lado fue nombrada la Sra. Jill Allen Abramson, primera mujer como Directora Ejecutiva en 160 años de historia del New York Times, tradicional diario neoyorkino. El poder de las mujeres crece. La mujer dominicana cada vez más se integra al desarrollo de nuestro país e incursiona con más seguridad en ámbitos que anteriormente eran exclusivos para hombres. Lamentablemente no para muchas mujeres en la faz del planeta Tierra.