Por la puerta del patio...
Gracias a que uno de los elegidos para formar parte de la nueva Cámara de Cuentas renunció al cargo al sentirse degradado, se informa que ahora podrá escogerse a una mujer para que integre la misma.
Eso es entrar a la mujer por la puerta del patio, porque no merecía entrar por la de principal o de la sala.
Antes se había explicado que no se había escogido mujeres porque las candidatas eran familiares o afines a miembros del Congreso Nacional.
La pregunta que se cae de la mata es, ¿y qué hizo la comisión del Congreso que analizó y entrevistó a los candidatos y los depuró? ¿Dejaron a las mujeres de relleno, a sabiendas de que no calificaban, con excepción de la presidenta Licelott Marte que aspiraba a seguir?
La mujer dominicana no se merece esa afrenta del Congreso Nacional. Nuestras mujeres se han ganado su puesto profesional y moral en el país, y tienen legítimo derecho a ser juzgadas en paridad con los hombres para las más altas posiciones del Estado.
Ojalá el Congreso haya aprendido la lección de este caramelo de mal sabor que molesta al paladar del país.