Dejen eso para después
La idea de una campaña para dotar de actas de nacimiento y, eventualmente, de su cédula a 600,000 personas, es una gran idea, pero no en este tiempo.
Estamos en un año preelectoral en el que habrán de celebrarse primarias, en el cual el fantasma de la reelección flota en el ambiente y en el que dado muchos imponderables, las elecciones del año próximo podrían ser decididas por pocos votos de diferencia. En esa coyuntura proponer la inscripción de una cantidad tan grande de personas solo serviría para acentuar el síndrome del fraude que aqueja a todos los políticos dominicanos.
Bastará con mostrar una sola cédula en manos de un haitiano a consecuencia de ese proyecto, para que se desacrediten las elecciones del 2020.
A nada contribuye la presencia entre las entidades que harán el proyecto de un órgano dependiente del Poder Ejecutivo como es la Dirección General de Proyectos Especiales de la Presidencia (Digepep), en una función que es propia de la Junta Central Electoral.
Dejen eso para después que pasen las elecciones, para no enrarecer más el clima político del país.