La cortesía de los diputados
En la Cámara de Diputados han tratado con una cortesía extrema a los integrantes del cuerpo que han sido señalados por conductas reprochables
En la Cámara de Diputados han tratado con una cortesía extrema a los integrantes del cuerpo que han sido señalados por conductas reprochables.
La timidez para activar procesos internos que lleven a la suspensión o expulsión de sus miembros por actos cuestionables deja mucho que desear de ese cuerpo legislativo, donde domina la premisa de proteger al compañero por encima de la credibilidad de esa institución e, incluso, del mismo Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Hay casos con declaración de culpabilidad, como los de Miguel Gutiérrez en Estados Unidos y Rosa Amalia Pilarte aquí, condenados por vínculos al narcotráfico, sin que en la Cámara de Diputados o el PRM se haya movido un dedo para sacarlos del cuerpo legislativo. Gutiérrez conservó su curul hasta que renunció tras declararse culpable y Pilarte aún lo mantiene tranquilamente. A ellos se suman los diputados perremeístas Sadoky Duarte, Sergio "Gory" Moya, Gregorio Domínguez, Nelson Rafael Marmolejos y Faustina Guerrero, todos con feos señalamientos en su conducta ética, pero sin que nadie mueva un dedo en la Cámara.