La basura electoral
El país requiere de un liderazgo político ejemplar, que cumpla con la ley y que proteja la democracia en el más mínimo de los detalles
Después de la tempestad electoral, queda el engorroso tema de recoger la basura electoral, que no es otra cosa que la propaganda pegada en postes eléctricos, paredes, árboles, puentes y toda la infraestructura posible.
Este aspecto de los procesos electorales siempre causa polémica, pues los candidatos y partidos políticos, sobre todo los derrotados, no asumen con seriedad el compromiso de limpiar nuestras calles de ese material publicitario.
Algunos candidatos, como el electo alcalde de Santo Domingo Este, Dío Astacio, han dado el paso al frente para cumplir con su deber. Buena decisión la de Astacio, pues debe reparar su desacertada iniciativa de colgar una valla publicitaria enorme en el puente Duarte, violando la ley electoral.
Esperamos que todos los candidatos y partidos comiencen pronto a despejar de la propaganda los espacios que están a la vista de los ciudadanos, pues es una forma de contaminación que puede ser combatida con facilidad.
El país requiere de un liderazgo político ejemplar, que cumpla con la ley y que proteja la democracia en el más mínimo de los detalles, incluido este.