Un país donde na’ e’ na’...

El na’e’na’ se está pasando de la raya y el país ya no es un país, sino una situación que los de antes no entienden y los de ahora se confunden.

Cualquiera hace lo que le viene en gana y se alega que no existe régimen de consecuencia sin advertir que como quiera el malo seguiría siendo malo. Solo hay que ver la cara de los acusados de lo que fuere, y a veces son crímenes horrorosos: ni un rastro de vergüenza y menos de arrepentimiento.

Ha habido incidentes, pero menores y parte del anecdotario que sazona los días de inculpados o sospechosos puestos en apuros en lugares públicos. ¿Acaso esos personajes se recogen, se esconden y rehúyen el trato con relacionados o particulares? Más que ofensa, solidaridad.

Incluso se dan casos de personas de anterior vida discreta que en medio del proceso en que se supone perderán fama y fortuna, se comportan ahora como celebridades.

Se exhiben como si nada, a gusto y regusto, y la impresión que se tiene o que se procura proyectar es de víctima de una investigación sesgada por la política.

El na’e’na’ anda tan libre, tan pagado de sí mismo que hasta la insolencia le coge miedo.

Diario Libre