Nadie entiende tanto sufrimiento...
La encuesta definitiva es el domingo 5 de julio
Nadie entiende a qué tanto sufrimiento, ese llorar desconsolado ante la leche derramada, si cada cual tiene su encuestadora.
Para una Gallup que te maltrata, una Sigmados que te comprenda.
Unos versos del Siglo de Oro hablan del gusto por el fruto del predio ajeno y Moisés advertía en los Mandamientos sobre desear la mujer del prójimo. En política esos pecados se cometen a diario, y más en elecciones y finales de campaña. La envidia es difícil de curar.
Ingenuos no son, malditos tampoco, aunque echan maldiciones por cubos, pero sí débiles de espíritu y de almas feas.
Creen definitivo lo que es ocasional y no se dan cuenta de que los sondeos se cuidan con “si las elecciones fueran hoy”. Como nunca es la fecha, el vaticinio es una apuesta ciega.
No hay dudas de que la Gallup le dio en la madre a Gonzalo, un golpe que no fue inesperado, pues desde días antes sus estrategas andaban inquietos como fieras enjauladas.
Alguien filtró o inventó con lógica y el resto creyó. Más que posible ponerse mentol antes del azote. Aunque si preguntan a Truman, este contara su episodio con Herald Tribune, Dewey y Gallup.