De vandalismo pasó a terrorismo
Como no pasa nada, desconectaron cables
El cuento lo contaban desde hace tiempo sin que las autoridades se enteraran ni afectara a la población, aparentemente.
Se robaban las tapas de las alcantarillas porque eran de metal y tenían buen mercado, y de algo deben vivir los padres de familia.
Un carro caía en el espacio dejado libre y se le partía el eje, y solo se preocupaba el dueño que tenía que ir al taller.
Igual los cables del tendido eléctrico y se quedaba sin luz un barrio o un pueblo hasta que la empresa pública los reponía.
Así era el ladrón, y también la autoridad. Uno se realizaba en el dejar hacer y la otra en dejar pasar. El liberalismo económico aplicado a la ratería, a la felonía pequeña.
La confianza abusa: Como no pasa nada ni se produce consecuencia, desconectaron y se llevaron los cables del aeropuerto.
Entonces sí, empezaron calificando la acción de vandalismo y ya va por terrorismo, nociones contrapuestas.
Vandalismo es delincuencia común, terrorismo implica acción política, y no contra una persona o partido, sino contra el Gobierno.
Como el tremendismo está moda en estos días, posiblemente como los brownies fuera para llamar la atención. Sigan así y no se paren.