Criminales haitianos: Lo negro de una decisión
Criminales haitianos en las cárceles de aquí
En medio de una salva de aplausos, el presidente Luis Abinader aprovechó la rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional para anunciar un nuevo giro en el tornillo de la política frente a Haití. A los bandoleros que crucen la frontera se les juzgará en el país y se les aplicará el mazazo de la legislación antiterrorista.
Significa que tendremos unos criminales de conducta irremediable en las cárceles dominicanas. Se consumirá más tiempo en los tribunales, con moras que suman décadas, y habrá que alimentar y vestir a unos delincuentes que no tienen aquí parientes ni dolientes.
Hasta ahora, a los gatilleros haitianos se les devolvía a su país por manos de la Policía. No han cometido delito alguno en el territorio nacional, salvo, quizás, cruzar irregularmente la frontera. En algunos casos, turbas enardecidas se encargaban de aplicar sin preámbulos, abogados ni dilaciones una pena inexistente en la República Dominicana: la de muerte. Antes que contaminar las cárceles dominicanas con unos brutos execrables, lo mejor es continuar la práctica de empaquetarlos de vuelta al territorio donde han desarrollado exitosamente su carrera criminal. Los haitianos sí entienden este latinaje: Poena pro delicto commensuranda est.