Milagros en Cultura
La Diva dijo adiós al ministerio
Milagros Germán se marcha de Cultura y lo menos que puede decirse es que lo hizo lo mejor que pudo. Los otros milagros están en las Sagradas Escrituras o son un asunto de fe, imposibles en un ministerio signado por las controversias y una olla de grillos siempre en ebullición. Muchos son los intereses y pocos los elegidos, porque el presupuesto no alcanza para todos los aspirantes y autodenominados artistas o, más elegante hoy en día, gestores culturales.
En realidad, ese ministerio no debería existir. Como en el pasado, las actividades que desarrolla caen perfectamente dentro de las responsabilidades del ministerio de Educación, al que antiguamente se le añadía Bellas Artes y Cultos. La educación transmite y preserva los valores, creencias y conocimientos de una cultura, asegurando su continuidad. A su vez, la cultura influye en el contenido y los métodos educativos, moldeando las perspectivas y actitudes de los individuos.
Milagros organizó, batalló y promovió cuantas actividades culturales pudo. Siempre con un presupuesto estrecho y una nómina de colaboradores voraces. Le irá y se verá mejor en la tele. Por algo es La Diva.