La Cámara de Cuentas...
O el cuento de nunca acabar
En el país existen organismos que necesitan revisarse urgentemente debido a su funcionamiento. Uno de ellos es la Cámara de Cuentas, cuyos miembros llevan años enfrascados en un interminable "dime y direte", sin considerar que esto agota la paciencia de la población. La ciudadanía espera que cumplan con su labor y honren el rol para el cual fueron seleccionados por el Congreso Nacional.
Apenas resuelven una disputa, los titulares de esta entidad se ven envueltos en otra, como si se tratara de un ciclo interminable. Han demostrado ampliamente que el trabajo en equipo no es su fuerte y que no tienen reparo en exponer sus diferencias públicamente, incluso frente al organismo encargado de evaluarlos para determinar si deben continuar en sus puestos.
El problema actual radica en la selección de sus nuevos integrantes, un proceso al que aspiran varios de los actuales miembros, incluido el presidente de la Cámara, Janel Andrés Ramírez. Sin embargo, una de las integrantes ha declarado que no continuará en la entidad si Ramírez es ratificado como titular.
¿Llegará el momento en que prioricen su trabajo por encima de las disputas personales?