El caso de Ruth Esther y las órdenes
Queda expuesto de nuevo su ineficacia
La trágica muerte de Ruth Esther Sosa Chacón a manos de su expareja es un doloroso recordatorio de la alarmante ineficacia de las órdenes de alejamiento.
Este caso y otros recientes pone de manifiesto una vez más las fallas sistémicas en la protección de las víctimas de violencia de género, que clama por una acción urgente.
A pesar de las múltiples órdenes de alejamiento y denuncias presentadas por Ruth Esther, el sistema judicial y las fuerzas del orden fracasaron rotundamente en protegerla. Este no es un caso aislado, sino el reflejo de un patrón recurrente que deja a las mujeres vulnerables frente a sus agresores.
La inutilidad de estas medidas de protección radica en varios factores: la falta de seguimiento efectivo, la ausencia de consecuencias reales para quienes las violan, y la persistencia de una cultura que minimiza la gravedad de la violencia doméstica. Además, la liberación rápida de agresores detenidos, como ocurrió en este caso, envía un mensaje peligroso de impunidad.
Es imperativo que nuestras autoridades reconozcan la gravedad de esta situación y actúen de inmediato. Necesitamos una revisión completa del sistema de protección a víctimas.