Vivir más y "postear" menos, ¿sí?
No todo hay que registrarlo
La vida cada vez se torna más rápida, como la comida chatarra que solo engulles y no disfrutas, y la necesidad de mostrar lo que se está haciendo en un momento específico supera la realidad.
Se ve en los conciertos, en los que miles de personas ven a su artista favorito a través de las pantallas de sus celulares, porque la necesidad de grabar en vídeo cada segundo posible del espectáculo es más importante que disfrutar las canciones, para subir a Instagram y contar los views y likes del "reel" o de la historia.
¿Y después? Jamás se vuelve a ver esa grabación.
La narrativa es la misma en los paseos con la familia y los hijos, o la novia, o los amigos, muchos "posteos" y poco compartir.
No hay momento de la cena que se disfrute más que la foto previa a ser ingerida, porque la imagen ha ganado más valor que los sabores que se pueden disfrutar.
Nos hemos transformado, definitivamente, en seres que buscan la aceptación de desconocidos, descuidando totalmente a los que importan: los que tenemos al lado.
Es tiempo de abrir los ojos y comenzar a darse cuenta que hay que vivir más, y "postear" menos.
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