¿Qué país es el que queremos?
La necesidad de pensar en colectivo
Mientras nos mantenemos entretenidos con la campaña y con los dimes y diretes que esta trae, la República Dominicana continúa con un derrotero preocupante.
Y hay muchas cosas que, urgentemente, tenemos que comenzar a atacar si no queremos caer en una vorágine, más que destructiva.
¿Podemos seguir ignorando la respuesta de la ciudadanía cuando se accidenta un camión cargado de comestibles, cerveza, ron o de lo que sea?
¿Podemos seguir normalizando que la respuesta generalizada sea robarse la mercancía?
Esta es una práctica que se ha convertido en costumbre y que se repite también cuando el accidente involucra personas heridas, que se convierten automáticamente en víctimas de atracos de desaprensivos que ven como bueno y válido el despojar de sus bienes a personas cuyas vidas corren peligro.
¿Primero el botín y luego el bienestar de aquella persona que necesita ayuda?
El nivel de degradación al que estamos entrando es peligroso y pone en entredicho prácticamente todo lo que históricamente nuestro país ha vendido como característica. ¿En qué momento nos perdimos?