De los acuerdos políticos y cambios...
La alianza de Leonel y Hubieres abre la veda
Si hay algo que un político debe tener en cuenta y valorar, al menos si tiene la intención de mantener cierto respeto de aquellos a los que trata de convencer para que le brinden su respaldo, es la coherencia.
Porque lo que hoy usted considera malo, mañana no puede ser bueno, simplemente por conveniencia.
Y esto no tiene tanto que ver con cambiar de un bando a otro, la gente obviamente puede cambiar de opinión sobre posturas específicas, en momentos diferentes.
Pero si usted se pasa toda la vida satanizando a una figura, por la razón que sea, o utiliza los adjetivos más negativos que se pueden escoger para describir a un candidato, como fue el caso de Juan Hubieres con Leonel Fernández, usted queda muy mal parado si luego se arrima a ese árbol que antes consideraba podrido. Cabe preguntarse, obviamente, quién es menos coherente, el que consideraba “delincuente” al que hoy le levanta la mano, o aquel que olvida de repente los insultos recibidos por más de una década por una “conveniencia” de momento.
La credibilidad nunca debería de ser negociada o tratada como un relajo y aparentemente en nuestro país algunos políticos no piensan en el qué dirán.