La playlist
Música y recuerdos, cómo las canciones vuelven a nuestras vidas

Cuando ocurre algo imprevisto, solo nos resta decir: "Ahora solo nos falta un trío de guitarristas que canten", frase que le debemos al genial entrenador César Luis Menotti, director técnico de la inolvidable selección argentina que ganó el Mundial en 1978. Eran otros tiempos.
La música de ese Mundial de Argentina fue compuesta por Ennio Morricone, notable compositor de música para películas del spaghetti western. También debo mencionar que la canción El rock del Mundial ha recibido muchas críticas, entre ellas la que señala que fue compuesta en "piloto automático" y que nunca logró convencer a muchos. Más aún, se recuerda que otra canción fue muy difundida en aquella época de la dictadura militar con un alto efecto propagandístico.
Si vamos a hablar de guitarristas, algunos dominicanos recuerdan las famosas serenatas, una costumbre muy popular en décadas pasadas. El músico entiende lo que debe hacer: cantar, cantar y cantar a su manera. Entre otros, nuestro guitarrista no ha sido contratado por un coro londinense, digamos el Westminster Cathedral Choir, y debe tener claro que vive en un país donde no siempre el arte de la voz es lo más rentable. En algunas ocasiones, consigue ser contratado y, entonces sí, puede vivir de ello. Como dice el viejo texto de un libro memorable:
—Maestro, ahora que murió Caruso, ¿la música puede continuar?
La música continuó después de la muerte del genial tenor italiano, fallecido el 2 de agosto de 1921. El cantante actuó en el Metropolitan Opera de Nueva York en 863 ocasiones. Un dato interesante de su biografía es que, para 1921, pagaba en impuestos la nada despreciable suma de 154,000 dólares, nada mal para la época, según informa su biógrafo Michael Scott.
Para desentrañar cómo actúan los cantantes en sus faenas diarias, pensemos ahora en una callejuela de París que visitaron unos seres queridos para comprobar la alta oferta gastronómica. Escuchan a unos cantantes profesionales en una de las calles. No se trata de intérpretes españoles ni de músicos de los setenta que iban de ventana en ventana con la clásica canción de Danny Rivera: "Mujer, abre tu ventana para que escuches mi voz".
A través de los años, las canciones que escuchábamos en cada etapa de la vida pueden reaparecer en cualquier momento. La gente tiene su playlist personal y, cuando sintonizamos una emisora o entramos en una plataforma, volvemos a las antiguas melodías.
En las pasadas elecciones estadounidenses, vimos cómo la candidata Kamala Harris sacó a relucir, al igual que lo hace el expresidente Barack Obama en algunas ocasiones, a qué artistas admiraba. Fue vista saliendo de una tienda de discos con varios vinilos en la mano. En un mes específico del año, Obama publica una lista con recomendaciones para sus seguidores. No sé cuántas personas siguen esta lista.
Por ahora, queremos saber qué tienen en su playlist un Trump, un Trudeau, un Aznar, un Milei —quien decía que le gustaban los Rolling Stones y que fue criado con su música— y las bellas Giorgia Meloni y Claudia Sheinbaum, que, de seguro, tienen buen gusto. ¡Salud!