Turismo taíno
Más allá de las playas, un legado indígena por descubrir
El Museo Taíno inaugurado en la zona colonial alberga una exquisita colección de artefactos. Allí, ilustres arqueólogos y el principal donante, el Sr. García Arévalo, ofrecieron una charla donde comentaron que solo en una cueva hay más pictogramas indígenas que en toda Cuba.
Resulta que República Dominicana posee la más amplia variedad de vestigios indígenas de la región. Explicaban especialistas que el desarrollo del asentamiento indígena de la isla de Quisqueya opacaba el de las islas circundantes y fue una razón que conllevó a que Colón, quien conocía lo que es hoy Las Bahamas, Cuba, Puerto Rico, Venezuela y Honduras, eligiese establecer la primera ciudad del nuevo mundo en las orillas del río Ozama construyendo el palacio virreinal justo enfrente al mercado central y cultural indígena, hoy Plaza de España.
Muchos de estos vestigios están sepultados bajo nuevas construcciones que desconocieron las técnicas de verificación de suelos que debe acompañar al ejercicio de la construcción. Los pictogramas se conservan mejor al estar dentro de cuevas cuyo difícil acceso las ha protegido. Dado que el conocimiento es prerrequisito para la valoración que motiva la preservación cabe plantearse ¿cómo lograr dar a conocer tales maravillas únicas?
El Museo Taíno auspiciado por el Banco Popular es un primer paso importante para promover la memoria de los originales habitantes de la isla. ¿Pero, por qué no promovemos un turismo taíno? Este turismo histórico-cultural complementaría el ya desarrollado turismo de playas que busca alcanzar los 10 millones de visitantes.
Este turismo cultural, complementario al tradicional, presenta ventajas adicionales, entre ellas: la generación de un cuerpo de guías formados en historia y arqueología, la diseminación de los beneficios del turismo por muchas provincias, generando inversiones y focos de desarrollo en lugares hasta ahora apartados y olvidados, y la atracción de turistas de un perfil educacional superior. Las sinergias potenciales de este cuadro son incalculables.
A tomar como referencia que Costa Rica desarrolló un turismo de nicho, aprovechando algo tan primario como la fauna y flora de sus selvas prácticamente intransitables. En 2023 Costa Rica recibió 2.4 millones de turistas al año, una cuarta parte de lo que atrajo República Dominicana, pero genera ingresos por USD 4,751 millones, casi la mitad de los USD 9,700 millones en R.D.
Esto se debe a que la estadía promedio en Costa Rica es de 13 noches con un gasto promedio total de USD 1,893 por persona mientras en R.D. la estadía promedio es de 8.5 noches con un gasto promedio de USD 1,193 por persona.
Para desarrollar su concepto turístico Costa Rica consolidó su plan turístico como ´política de Estado´ dando prioridad a la sostenibilidad ambiental y humana. Incluso su ministerio de turismo estima un Índice de Progreso Social para evaluar el impacto del turismo en las localidades.
¿Cuánto más fascinante pudiera resultar un turismo basado en pictogramas indígenas, con sus diferentes eras, tribus, historias e incógnitas en una historia de misterio y actualidad? Tenemos una joya en nuestra arqueología y la estamos desperdiciando mientras lentamente desaparece.