La reforma más fácil
Permitir a los cotizantes retirar sus ahorros en las AFP para invertir en una primera vivienda asegura el valor real futuro de las pensiones y beneficia a la economía.
Una de las reformas más poderosas y productivas ya ha sido concebida, estudiada y consensuada entre todas las partes involucradas. Se llama AFP para Viviendas y consiste en permitir a los cotizantes retirar un porcentaje de sus cuentas de capitalización individual (CCI) para aportarlo como inicial hipotecario de una primera vivienda.
La propuesta prioriza la naturaleza privada del sistema de ahorro previsional implementado en R.D. y operaría bajo mecanismos de mercado, evitando favoritismos estatales distorsionantes. Mediante esta, los ahorrantes podrían elegir como dar un uso productivo a sus fondos, invirtiéndolos en uno de los activos más seguros y más necesarios durante y después de cumplido su ciclo laboral.
Financieramente hablando, es imposible asegurar el valor real futuro de los ahorros. Se asume que los continuos aportes más las tasas de interés reinvertidas aumentarán el valor de las cuentas, como ha acontecido hasta la fecha. Hoy las CCI alcanzan RD$1,041.4 mil millones gracias a un crecimiento anual promedio del 17.4% entre 2014-2023, lo que servirá para financiar las pensiones a los retirados del futuro. ¿Que podría alterar este panorama?
Como ya sucedió en Chile -cuyo modelo R.D. copió sin contar con un mercado de valores desarrollado como el suyo- la tendencia mundial a la baja de tasas de interés resultó en pensiones mucho menores a lo esperado generando acérrimas protestas. Ya es sabido que las tasas actuales de aportes en R.D. son insuficientes para pensiones mayores al 30% del último salario.
En R.D. el cúmulo de fondos no encuentra salida productiva, invirtiéndose el 72.8% en bonos estatales que generan intereses a cargo del erario público. Si estos suben, también el déficit que ulteriormente es cubierto con impuestos. Adicionalmente, los mercados financieros fluctúan y experimentan crisis, de manera que el valor de las pensiones futuras podría estar sujeta a factores coyunturales adversos.
Los inmuebles, por el contrario, suelen mantener o aumentar su valor en el tiempo, incluso en términos dolarizados. Esta propuesta asegura el valor futuro de los ahorros convirtiéndolos en cemento. También convierte el alquiler en hipoteca, de manera que un gasto se convierte en inversión.
El déficit habitacional se estima en un millón de unidades. La idea de que el Estado pueda financiar la construcción de las viviendas necesarias es impensable. Además, R.D. presenta una de las tasas más bajas de propiedad a nivel regional. Muchos trabajadores del sector formal no logran acumular RD$200,000 a RD$900,000 de inicial o el 10%-20% del costo de viviendas económicas valoradas entre RD$ 2.0-$4.5 millones. Sin embargo, la CCI promedio presenta un valor de RD$252,000.
La propuesta aplicaría primordialmente a la población cotizante de 30-44 años (unos 850,000 trabajadores), quienes ya habrían acumulado montos significativos en sus CCI y a quienes les queda suficiente tiempo de vida laboral para saldar un préstamo hipotecario típico de 20 años, a ser otorgado por la banca comercial en consonancia con sus procedimientos normales. Estas disposiciones escalonarían la salida de fondos, evitando causar desbordamientos inflacionarios.
AFP para Viviendas beneficiaría a los cotizantes, objetivo central del sistema previsional, dinamizaría a los sectores bancario, de construcción e inmobiliario, reduciría el exceso de liquidez, promovería la formalización, favorecería la credibilidad del Estado y de las AFPs creando capital social y económico; todo sin costarle un peso al Estado. Solo falta que los poderes Legislativo y Ejecutivo den un sí.