¿Hubo una revolución el 24 de abril del 65?
La lucha constitucionalista en República Dominicana
Como los militares que derrocaron al gobierno de facto presidido por Donald Reid Cabral no lograron restablecer, como era su objetivo, "la Constitución de 1963" y al depuesto presidente Juan Bosch, no son pocos los que consideran que los "constitucionalistas" fracasaron en el enfrentamiento armado con los militares del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), de la base aérea de San Isidro que se oponían a la reposición de Bosch. Ese conflicto bélico que parecía favorecer a los "constitucionalistas" fue interrumpido tres días más tarde, el 28 de abril, por una intervención militar de Estados Unidos, apoyada por la Organización de Estados Americanos (OEA), para evitar una segunda Cuba en sus narices. Ese día los militares "constitucionalistas", que lideraba Francis Caamaño, tuvieron la certeza de que habían perdido la guerra, pero también eran conscientes de que habían comenzado el cambio que el presidente Bosch no pudo llegar a concretar en los pocos meses que duró su gobierno en 1963.
La sangre vertida entre abril y septiembre de 1965 venía a completar la de aquello jóvenes caídos entre la primavera y el otoño de 1961. A la estela de sangre dejada por la familia Trujillo y secuaces, al huir de República Dominicana, le faltaba más, como diría con sus versos Pedro Mir: "Y sacando los héroes de la tumba/ habrá sangre de nuevo en el país. /Habrá sangre de nuevo en el país". Y la hubo. Unos 3 mil muertos, se dice, entre la primavera y el otoño de 1965. Los jóvenes constitucionalistas se enfrentaron al ejército más poderoso del mundo; no vencieron; pero se perdió el miedo que la dictadura de Trujillo había logrado infundir en los dominicanos. Se me ocurre pensar, a menudo, que los militares y jóvenes constitucionalistas que no entendieron que habían perdido la guerra, incluido el propio líder militar de Abril del 65, cayeron en las calles de la Capital o en los montes de República Dominicana víctimas de la represión desatada por el gobierno de García-Godoy, porque no tenían miedo de enfrentarse al gobierno de la Pax americana que las fuerzas de ocupación, con el aval de la OEA, habían dejado instalado en República Dominicana en septiembre de 1965 y, al año siguiente, al de Joaquín Balaguer.
El 3 de septiembre de 1965 se firmó el Acta institucional que puso fin a la guerra civil dejando a Héctor García-Godoy como presidente provisional hasta la toma de posesión del ganador de los comicios del 1 de julio de 1966. Ese mismo día, el país había dado al traste con la dictadura de Trujillo. El cambio no se produjo el 18 de noviembre de 1961 cuando Ramfis, familia y acólitos huyeron tras asesinar a los conjurados del complot que ajustició a Rafael Trujillo. Al Francis Caamaño poner su firma en el Acta institucional ponía fin a cuatro meses de guerra civil, pero, a partir de ese histórico día, República Dominicana es otra. Es la República Dominicana de hoy, a pesar de que la Pax americana trazó un rumbo diferente al que aspiraban darle los militares y jóvenes constitucionalistas. Hubo revolución en las artes, la literatura, la política y, en abril de 1965, se completó el ciclo que habían iniciado los que acabaron, en 1961, con la dictadura de Trujillo. Para verificar que hubo revolución basta mirar hacia atrás.