Presidente
Raquel Peña, una candidatura con fuerza... ¿y con apoyo?
Si Raquel Peña fuera hombre también tendría las cualidades para ser candidata a presidente.
Es una vice discreta y eficiente. Entregada sin aspavientos a su trabajo y leal a quien la eligió para el cargo. No es poco decir en un mundo, el político, con más vueltas de guión que una telenovela.
A Raquel Peña no la apoyarán las feministas organizadas, a pesar de que ser mujer es un título en ese ecosistema. Su discurso es más equilibrado, más conservador dirían otros, y eso les frenará el entusiasmo. Porque aparentemente, para tener el carnet de feminista hay que tener una ideología política concreta.
¿Tendrá el apoyo de su partido? En principio, no el de los otros aspirantes y sus grupos, como es natural y sano. El PRM hará unas primarias de candidatos con apoyos fuertes y definidos desde hace tiempo.
Raquel Peña tiene a su favor una hoja de servicios sólida. Se le reconoce don de mando, asertividad y capacidad gerencial muy por encima de la media del resto del gabinete. Y eso gusta a una sociedad que aunque votó mayoritariamente por el PRM hace escasos meses, empieza a pedir resultados más concretos. Porque aunque el país crezca al 5 % en los datos macro, los bolsillos andan bastante justos. Y eso impacienta.
Hay sectores fuertes que apostarán por ella. Es mujer, es del Cibao, es del sistema. Todo suma en las hojas de cálculo de los estrategas.
Presumiblemente elegirá un hombre como compañero de boleta por eso de equilibrar y será alguien que deberá estar a la altura del listón que ha puesto ella.
¡Claro que el país está preparado para tener a una mujer presidente! Lo que no está tan claro es que nos merezcamos que alguno de los hombres que aspiran lo logren.