Ovando, todo derecho
Historia y música en conflicto por el callejero
Nicolás de Ovando trazó en 1503 el primer Santo Domingo cuidando que las alcantarillas y el suministro de agua fueran los apropiados. Las alcantarillas coloniales han sido muy elogiadas, pero no es tan conocido el sistema para abastecer de agua a la entonces pequeña ciudad, del que también hay investigaciones, como la del arqueólogo Ildefonso Ramírez. Y restos: todavía en la Avenida del Puerto se puede ver una de las fuentes que servían al Alcázar.
Agua y alcantarillas. Aunque solo fuera por eso, Ovando ejerció como un estupendo alcalde que merece una calle en la Primada de América y más en esta etapa de remozamiento de su plano. Pero sus señorías han decidido sacarle del callejero para honrar a Johnny Ventura, un grandísimo músico que fue alcalde de la ciudad, aunque con menos brillo que en el escenario.
Johnny merece cuanto homenaje se prepare, pero para recordar sus méritos (que son muchos y no solo merengueros) no hacía falta desconsiderar a Ovando. La ciudad crece vertical y horizontalmente, no faltan calles por bautizar y si buscan bien, hay nombres repetidos.
La propuesta, aprobada en primera lectura provoca otra sensación. Los legisladores deberían estar enfrascados en temas más importantes. Multiplicar los municipios y jugar con el callejero no deberían ocuparles su bien remunerado tiempo. Sin con esa profundidad de criterio van a aprobar o rechazar la reforma constitucional, la fiscal, el código de trabajo, la seguridad social... estamos condenados.
El senador por Hato Mayor Cristóbal Castillo (PRM) motiva su propuesta ennumerando todos los éxitos musicales del Caballo Mayor. Que tenía además una cualidad: era un hombre sensato. Probablemente él estaría en contra de descabalgar a Fray Nicolás. A fin de cuentas, en la historia de la ciudad caben los dos. En el callejero también.