Dos pozos sin fondo
El 4% no es el único pozo sin fondo por el que se van nuestros impuestos.
El 4% no es el único pozo sin fondo por el que se van nuestros impuestos. En el informe que próximamente publicará EDUCA se constata que desde que se aprobó la ley, se han destinado a Educación 40,800 millones de dólares. Sí, más de cuarenta mil millones de dólares.
Los raquíticos resultados son de sobra conocidos. Una suerte de pacto de silencio impide que sectores relacionados con Educación protesten; lo hacen en privado, apenas con la boca pequeña. Ni auditorías a los últimos ministros, ni rechazo público a unos libros plagados de errores que habrá que corregir, reimprimir o encomendarse a quien uno crea, para que los maestros sean capaces de advertirlos y enmendarlos cuando llegue la lección al aula.
Pero miremos hacia el sector eléctrico. Otro informe, el del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES) detalla que "las pérdidas totales de energía ascendieron al 41.9% de la energía comprada por las EDE ente enero y junio de 2023". EDEESTE se lleva el primer premio, ¡medalla de oro!, con un 62.7% de energía perdida.
Dos sectores cruciales para el presente y el futuro del desarrollo del país. Sin energía el crecimiento económico es imposible. Sin educación el desarrollo humano y social, la igualdad de oportunidades, la lucha contra la pobreza, el crecimiento sostenible son una mera quimera.
Y aquí estamos, discutiendo cuándo y cómo se hará la próxima reforma fiscal, mientras desperdiciamos la riqueza, poca o mucha, que entre todos creamos cada día, incapaces de detener una hemorragia de la que tenemos plena conciencia desde hace años. Los dos grandes retos de cualquier gobierno, contra los que chocan todos.
Se pagan pocos impuestos, dicen los teóricos. ¿En serio? ¿Pocos? ¿Cuánto más hay que pagar para que los números cuadren? Y para que le cuadren... ¿a quién?