El gran pacto
La importancia de un acuerdo entre líderes políticos, empresariales y sociales
Como cada candidato tiene su encuesta, que le favorece, tenemos potenciales presidentes que ya deben pensar en las reformas estructurales que urgen. Sin embargo, hay temas en los que se necesita un acuerdo real entre todos los líderes políticos, que además necesitarán a los dirigentes empresariales y sociales, sea cual sea el resultado de las elecciones y de la posición en la que quede cada partido.
La reforma fiscal. La reforma laboral con el tema de la cesantía, al parecer irresoluble. La reforma de la seguridad social. El triste asunto del 4 %. La deuda cuasi fiscal.
Ninguno se puede resolver desde Palacio sin un compromiso de no utilizarlos como arma de agitación social y de oposición vocinglera y facilona por parte de los que no ganen. Cinco problemas de envergadura que marcan la realidad económica y social y por tanto el futuro a corto, medio y largo plazo del país.
Ningún candidato ahora, presidente en 2024, los podrá enfrentar sin un acuerdo entre todos con la meta común de sacar adelante las reformas.
¿Es factible imaginar un gran pacto? Es difícil. Se necesitan más estadistas que políticos, y no abundan. Se precisa menos propaganda, y una capacidad de sacrificio que no todos los que vemos en los carteles de campaña tienen.
Un gran pacto para aceptar que la educación no va a mejorar con un 4 % del PIB manejado como hasta ahora porque es demasiado dinero para tan pocos resultados. Un gran pacto para hacer la reforma fiscal que todos entienden imprescindible pero que nadie, cuando llega al poder, está dispuesto a aplicar. Un acuerdo para superar los intereses públicos y privados que han dejado a la seguridad social a medio camino.
Pero una cultura política que se apoya en el clientelismo directo y primario no es el escenario que permite pensar que ese gran pacto va a ser posible. Aunque sea urgente.