Todos contra todos
Urge hacer algo rápido o por lo menos sentar en una mesa al Minerd, la ADP, los editores y las asociaciones de padres
La ADP está cambiando su estrategia. Bien aconsejado, reconocen sus dirigentes, el sindicato parece estar dispuesto a bajar los puños y encontrar otra manera de encauzar "su lucha", que ya le generaba un rechazo notorio en la sociedad. Y quiere hablar más o por lo menos tanto, de educación como de salarios.
Los libros de primaria impresos y pagados no han llegado a las escuelas, explican los dirigentes del sindicato. Los libros digitales que se encargaron a las casas editoras para los cursos de primaria se pagaron y entregaron, pero nunca fueron descargados en los dispositivos comprados para ese fin. Las computadoras y tablets o no llegaron o ya no sirven, aseguran. Hace diez años que los libros no llegan a las escuelas, denuncian. La sobrepoblación en las aulas y el estrés de los maestros hace imposible la docencia, advierten. A tres años de gobierno... alguien tiene que tratar de salvar los muebles porque en el sector se está librando una pelea de todos contra todos con un solo perdedor: el estudiante.
En el sector público hay escuelas y escuelas. Unas mandan alumnos a la Ivy Legue, como la escuela del Perpetuo Socorro, y en otras hay que requisar armas blancas a los alumnos o detener a profesores por acoso a las alumnas.
Urge hacer algo rápido o por lo menos sentar en una mesa al Minerd, la ADP, los editores, las asociaciones de padres. Y pensar bien cómo solucionar el tema de los "convenios" con el sector privado, fórmula extraña que no parece muy ortodoxa. Asumir que no se puede perder un curso más... (aunque la realidad nos demuestra que sí, que siempre se puede seguir perdiendo cursos, dinero y generaciones.)
Quizá haga falta que la Vice, que además entiende el sector, trate de enderezar el rumbo, calmar los ánimos y encontrar soluciones. Por ahora solo se ven las peleas.