China pide libertad
¿Será el principio de algo?
El estrés pandémico dio paso al estrés post pandémico, que tiene más aristas que las médicas. El Covid sigue generando desasosiego que meses después no afecta solo a los enfermos, que tienen secuelas, sino a todos por sus efectos económicos, sociales, la ansiedad en los niños y adolescentes, los duelos mal cerrados, el agotamiento...
Teniendo en cuenta que hay rebrotes de diferentes variantes, el asunto va para largo.
Y desde este domingo... protestas en China, la dictadura por antonomasia, esa en la que las fisuras se reprimen antes de asomarse y que todos vemos imposible de resquebrajar. Por eso tienen tanto valor los jóvenes que se tiraron a la calle pidiendo libertad.
La protesta nació del hartazgo por tres años de confinamiento y el incendio de un edificio. Las estrictas políticas y restricciones en la zona, acordonada por las políticas anti Covid, impidió que llegaran a tiempo los bomberos. Murieron diez personas.
¿Será el principio de algo? Difícilmente. Ahí queda casi olvidado el sacrificio de los héroes de Tianamen. Las dictaduras están logrando en este siglo lavar su imagen. Por las razones que sea, que les corresponderá a los historiadores contar con la perspectiva del tiempo lo que ocurrió.
Las dictaduras islámicas nos compran con dinero y con deporte. Las que persisten en Latinoamérica, a base de expulsar millones de compatriotas y compadrear en las altas esferas. Las que no tienen otra salida, como Rusia, se lían a bombazos...
Y mientras tanto, la democracia que creíamos asentada en países desarrollados, terminada la lucha de clases y las ideologías, está perdida en su propio laberinto... A los jóvenes que ayer protestaron en China les queda un difícil camino por delante.