La política frente a Haití
Nuestra preocupación debe centrarse en la violencia de las bandas, la seguridad fronteriza y el descalabro institucional
La publicación de La diplomacia dominicana ante la crisis haitiana 2020-2024, preparada por el ministro Roberto Álvarez Gil y su equipo, constituye una valiosa aportación al análisis de las relaciones entre la República Dominicana y Haití. El texto documenta nuestro quehacer diplomático a propósito de la calamidad vecina y la irresponsabilidad de la comunidad internacional frente al colapso del otrora orgullo económico de Francia, empantanado hoy en la pobreza extrema y exclusión global.
En el libro, resalta la consistencia de la política exterior dominicana durante los últimos cuatro años, caracterizada por un enfoque pertinente, limitado, empero, por circunstancias de otra autoría y que afectan profundamente al país. En este contexto, el volumen destaca cómo la República Dominicana ha mantenido su compromiso con el derecho internacional, evitando las provocaciones evidentes en la conversación pública sobre un tema que no admite fruslerías. El desastre haitiano reta la seguridad nacional.
Nuestra preocupación debe centrarse en la violencia de las bandas, la seguridad fronteriza, el descalabro institucional y en levantar apoyo para que Haití salga a camino. La población haitiana es víctima de una situación con raíces históricas profundas. La solución no está en cruzar la frontera.
El texto convida a reflexionar sobre el papel dominicano como una voz positiva en un concierto de sordos. Frente a una comunidad internacional omisa, es imperativo que nuestras decisiones internas estén alineadas con nuestras demandas externas. Abordar esta crisis con prudencia, firmeza e inteligencia, será esencial para asegurar un futuro estable y próspero para ambos países. En este esfuerzo, la combinación de una política exterior coherente y una estrategia interna sólida será clave para enfrentar los retos presentes y por venir en la isla de dos estados y dos historias.