Aplausos a la reforma constitucional
Abinader y el hito democrático, no al tercer mandato presidencial
Habrá quienes perciban esta reforma como un acto trivial o inoportuno. Nada más lejos de la realidad. La reforma constitucional promovida por el presidente Luis Abinader, que elimina la posibilidad de un tercer período presidencial, representa un hito en la historia democrática del país. Apoyada por una mayoría congresional perremeísta --que igual pudo facilitar periodos adicionales— esta acción envía un mensaje firme sobre el compromiso con el fortalecimiento de las instituciones y la limitación saludable del poder.
La creación de una frontera constitucional infranqueable a los mandatos presidenciales aporta oxígeno a la vida política y revitaliza el tejido institucional. La experiencia dominicana, como la de muchos otros países, muestra que la concentración de poder, especialmente cuando se prolonga en manos de una sola persona, erosiona peligrosamente las bases de la democracia.
Esta reforma contribuye a formar una cultura política que respete las instituciones, alejándose del mesianismo y de las ambiciones individuales desmedidas. Al establecer la alternancia en el poder, se reduce la posibilidad de abusos y se nutre una cultura de transparencia y compromiso cívico, valores esenciales en una democracia sólida.
Con este acto, Abinader deja un legado que coloca el bienestar de la nación por encima de cualquier interés personal o partidista. Su decisión refuerza la confianza ciudadana en el sistema político, y de paso también sienta un precedente de responsabilidad institucional y fortalece la visión de una República Dominicana que avanza con firmeza hacia un futuro de instituciones sólidas y respeto por los principios democráticos.
Esta contribución invaluable abre camino a liderazgos políticos basados en ideas, no en personas. Son razones poderosas para aplaudir esta Constitución renovada y el cambio de rumbo que representa.