Mundo loco, loco
Conflictos sin tregua, de Ucrania a Gaza y más allá
Finiquitada la Guerra Fría, Estados Unidos y Europa violan un acuerdo secreto con Rusia y empujan el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hasta las fronteras mismas de la potencia asiática-europea. Como defensa, la ocupación de Crimea y la invasión de Ucrania. Centenares de miles muertos.
El Medio Oriente es fuente constante de tensiones. Desde Gaza, Hamas incursiona en Israel, asesina 1300 personas y secuestra a un par de centenares. En represalia, Israel destruye Gaza y mata unas 50,000 personas, la mayoría niños y mujeres. Ojo por dos ojos, diente por la dentadura.
En apoyo a los palestinos, Hizbulá obliga a deshabitar el norte de Israel con ataques constantes de cohetes desde el Líbano. Israel responde con una incursión armada, bombardeos y ya van miles de víctimas.
Como Hizbulá y Hamas son peones de Irán, el Estado judío ataca blancos humanos en la capital persa y desde allí le devuelven una andanada de cohetes que, en cualquier momento, tendrán respuesta israelí.
Más cerca, en Venezuela, se celebran elecciones que pierde el oficialismo y, sin embargo, el presidente Nicolás Maduro se traga los resultados reales sin eructar y se queda.
Corea del Norte, país literalmente muerto de hambre, suministra armamentos y soldados a Rusia para la guerra en Ucrania. Europeos y norteamericanos aprovechan fondos rusos y se compran a ellos mismos armamentos para Ucrania.
China, ni corta ni perezosa, flexiona su músculo militar con ejercicios navales y aéreos de cómo maniatar a Taiwán, la "provincia rebelde".
Como el derecho internacional existe en papel gastable y la ONU tiene más de entelequia que de garante de la paz, siendo Haití un ejemplo edificante, apropiémonos del título de la película de Stanley Kramer: El mundo está loco, loco, loco.