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¿Lo de Cabello? ¡Una caballá!

El valor de la respuesta del presidenteLuis Abinader a la necedad de Diosdado Cabello, segundo al mando en la dictadura venezolana, reside en la contundencia con que salvaguarda la dignidad nacional. Con pocas palabras, pero de un significado profundo, quedó desmontada la amenaza y muy en alto, lo que hemos logrado los dominicanos en libertad.

Nos beneficiamos de Petrocaribe, pero pagamos la deuda y, precisamente por el desastre financiero que ha provocado el socialismo del siglo XXI, con un descuento enorme. En comparación con nuestro país, Venezuela se nos adelantó en la "bajaíta" en que el bocaza chavista espera encontrarnos: está atascada en un pantano político y económico.

La República Dominicana cabe casi veinte veces en la superficie de la patria de Bolívar, cuyo territorio contiene una de las mayores reservas petroleras del mundo, vastas áreas de selvas, montañas, llanuras, costas y probadas riquezas mineras. Al despuntar el siglo, Venezuela tenía un PIB nominal similar al nuestro el año pasado: 120 mil millones de dólares. Hoy en día, Nicolás Maduro, Cabello y sus adláteres se han encargado de reducirlo a la mitad y de ahuyentar a un tercio de la población. La economía dominicana, la séptima del Continente, es mayor que la venezolana, tal como indicó Abinader.

La gran ayuda venezolana ha consistido en el apoyo a la democracia y las libertades dominicanas, desde la era de Trujillo hasta la consolidación de nuestro estado de derecho, en 1978. Hoy nos toca devolver esa solidaridad fraterna; y de ahí la pertinencia del firme apoyo dominicano a quienes se oponen al fraude electoral y claman por el respeto a los derechos humanos y la soberanía popular.

¿Lo de Cabello? ¡Una caballá!

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Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en DL.