La DGA exigirá número de cédula a los que envían cajas a República Dominicana desde EE.UU.
La decisión se adopta después que se confiscara más 1.4 millones de dólares
NUEVA YORK. La Dirección General de Aduanas (DGA) exigirá a partir de este martes primero de mayo el número de cédula de quienes reciben los envíos, que deberá ser aportado por los remitentes en las facturas, para que las embarcadoras y consolidadoras de cargas puedan aceptar el envío de tanques y cajas, después que inspectores de la entidad confiscaron US$1.456.570 enrollados en un tubo metálico de camiones dentro de un tanque y enviados a República Dominicana, a través de Salcedo Cargo Express.
Como parte de los nuevos dispositivos de seguridad, los embarcadores acogieron la medida y el número de la cédula de identidad tiene el objetivo de asegurar la identificación y ubicación de los remitentes.
La información fue confirmada a este reportero el sábado pasado por el empresario Wilson Pérez Valmont, secretario general de la Asociación de Consolidadoras de Carga de la República Dominicana (ACOREDOM).
El empresario dijo que cada persona que haga un envío desde Estados Unidos tiene que suministrar el número de cédula de quienes recibirán la entrega, como parte del nuevo requisito en la lista de la DGA.
“Esta medida tiene el propósito de tener más control”, dijo Pérez Valmont.
Añadió que cree que no es suficiente, pero se está comenzando y los inicios son muy buenos.
“Pudiera ser más riguroso en el futuro, pero el director de la DGA está dando muestras de que quiere ir de las manos de los consolidadores de cargas, y quiere que sea reciproco, con lo que no hay problemas de nuestra parte”, dijo.
Explicó que los remitentes no tendrán que dar copia de las cédulas, sino el número.
“En el caso de que alguien se atreva a alterar la numeración de la cédula, las embarcadoras detendrán el envío, porque aduanas tiene acceso a verificar si el dato es correcto o no”, añadió.
Dijo que esa verificación no la pueden hacer las embarcadoras en Nueva York, porque no cuentan con los mecanismos apropiados ni tienen la autoridad para ello.
“Nuestro papel es simplemente hacer las preguntas y recibir lo que los clientes nos entreguen, con el número de cédula del destinatario”, explicó.
“El cliente cuando firma la factura, hace una especie de declaración jurada, por lo que tenemos confianza en que todas los datos son verídicos. No partimos de que nos están mintiendo”, añadió Pérez Valmont.
“Confiamos en que los clientes van a dar el número correcto”, agregó.