Bolivia necesita 14,705 hectáreas de plantas de coca para consumo legal
La ley de sustancias controladas de Bolivia solo permite 12,000 hectáreas para usos lícitos
LA PAZ.- El consumo lícito de la planta de coca en Bolivia requiere de 14,705 hectáreas, mucho menos que los cultivos existentes en el país, según estudios presentados hoy por el Gobierno y cuya difusión había reclamado la Unión Europea (UE).
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, presentó un conjunto de estudios en una conferencia de prensa tras haberlos hecho conocer anoche al presidente Evo Morales y a los sindicatos productores de coca del país en una reunión en el Palacio de Gobierno.
Según las investigaciones, el consumo de la planta en hogares, establecimientos económicos y el comercio fronterizo requiere de 14,705 hectáreas de cultivos para atender una demanda lícita de 20,690 toneladas por año.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) informó este año que Bolivia tenía 25.300 hectáreas de coca en 2012, con una producción de alrededor 45.000 toneladas anuales.
La ley de sustancias controladas de Bolivia solo permite 12,000 hectáreas para usos lícitos, principalmente para respetar el hábito de masticación de la planta (pijcheo o acullicu) practicado por los indígenas, campesinos, mineros y transportistas.
Según el estudio presentado por Romero, la población calculada de bolivianos que requiere coca para usos legales es de poco más de tres millones de personas, es decir que tres de cada diez bolivianos le dan un uso tradicional y habitual lícito al arbusto.
La UE entregó al Gobierno de Bolivia un aporte de 900,000 euros para la realización de ocho estudios que fueron concluidos en 2010, pero que nunca se difundieron, pese a los reclamos europeos.
El Gobierno argumentó que esos estudios debían ser complementados por otros cuatro para tener un panorama integral sobre los usos tradicionales e industriales de esta planta en Bolivia.
En este país hay cultivos legales para atender la tradición del "acullicu", usos medicinales e industriales, pero también hay otros desviados a la fabricación de la cocaína.
El representante de la UE en Bolivia, Timothy Torlot, ha señalado varias veces que los estudios son "imprescindibles" para analizar las estrategias del Gobierno y de la comunidad internacional en la lucha contra el narcotráfico en el territorio boliviano.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, presentó un conjunto de estudios en una conferencia de prensa tras haberlos hecho conocer anoche al presidente Evo Morales y a los sindicatos productores de coca del país en una reunión en el Palacio de Gobierno.
Según las investigaciones, el consumo de la planta en hogares, establecimientos económicos y el comercio fronterizo requiere de 14,705 hectáreas de cultivos para atender una demanda lícita de 20,690 toneladas por año.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) informó este año que Bolivia tenía 25.300 hectáreas de coca en 2012, con una producción de alrededor 45.000 toneladas anuales.
La ley de sustancias controladas de Bolivia solo permite 12,000 hectáreas para usos lícitos, principalmente para respetar el hábito de masticación de la planta (pijcheo o acullicu) practicado por los indígenas, campesinos, mineros y transportistas.
Según el estudio presentado por Romero, la población calculada de bolivianos que requiere coca para usos legales es de poco más de tres millones de personas, es decir que tres de cada diez bolivianos le dan un uso tradicional y habitual lícito al arbusto.
La UE entregó al Gobierno de Bolivia un aporte de 900,000 euros para la realización de ocho estudios que fueron concluidos en 2010, pero que nunca se difundieron, pese a los reclamos europeos.
El Gobierno argumentó que esos estudios debían ser complementados por otros cuatro para tener un panorama integral sobre los usos tradicionales e industriales de esta planta en Bolivia.
En este país hay cultivos legales para atender la tradición del "acullicu", usos medicinales e industriales, pero también hay otros desviados a la fabricación de la cocaína.
El representante de la UE en Bolivia, Timothy Torlot, ha señalado varias veces que los estudios son "imprescindibles" para analizar las estrategias del Gobierno y de la comunidad internacional en la lucha contra el narcotráfico en el territorio boliviano.