Rescatistas encuentran más cadáveres tras erupción volcánica repentina en Indonesia; hay 23 muertos
El jefe policial de Sumatra Occidental, Suharyono, dijo que el último cadáver fue localizado a primera hora del miércoles a unos metros
Rescatistas que revisaban las peligrosas laderas del volcán Merapi, en Indonesia, encontraron el último cuerpo de un grupo de alpinistas que fueron sorprendidos por una erupción durante el fin de semana, lo que elevó a 23 el número de muertes confirmadas, informaron funcionarios el miércoles.
Aproximadamente 75 alpinistas quedaron atrapados después de iniciar su ascenso el sábado a la cumbre de casi 2,900 metros (9,840 pies) de altura en el distrito de Agam, en la provincia de Sumatra Occidental.
Unos 52 fueron rescatados tras la erupción inicial del domingo, y se había confirmado la muerte de otros 11. Las erupciones del lunes y martes expulsaron nuevas nubes de ceniza caliente a una altura de hasta 800 metros (2,620 pies), lo que redujo la visibilidad y obligó a suspender temporalmente las labores de búsqueda y recuperación, dijo Abdul Malik, director de la Agencia de Búsqueda y Rescate de la ciudad de Padang.
Los cuerpos de dos escaladores fueron encontrados el lunes y otros nueve el martes, informó la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate.
El jefe policial de Sumatra Occidental, Suharyono, dijo que el último cadáver fue localizado a primera hora del miércoles a unos metros (yardas) de distancia del lugar de la erupción, lo que elevó a 23 el número de muertes.
Los rescatistas tuvieron que lidiar con el mal clima y un terreno complicado, además de vientos que les llevaban el calor de las erupciones, al tiempo que familiares consternados se reunían en un puesto de socorro en Batu Palano, en la ladera de la montaña, con la esperanza de recibir noticias de sus seres queridos desaparecidos.
Para la mañana del miércoles ya se había trasladado a 20 cadáveres a un hospital para su identificación, mientras más de 300 rescatistas, incluidos policías y soldados, pasaban dificultades para bajar los demás cuerpos de la montaña y buscaban al último alpinista desaparecido, dijo Suharyono, quien se identifica únicamente por su nombre, al igual que muchos indonesios.