La muerte de Prigozhin asesta un duro golpe a la milicia Wagner, aunque su modelo sobrevivirá
La muerte de Prigozhin deja ahora la vía libre al presidente ruso Vladimir Putin para repensar la estructura de este imperio paralelo
La muerte del jefe de la milicia Wagner y de dos de sus dirigentes asestó un duro golpe al grupo paramilitar, aunque el modelo, indirectamente vinculado al Estado ruso, probablemente sobreviva, sostienen analistas.
Yevgueni Prigozhin, su mano derecha Dmitri Utkin y el comandante operativo del grupo Valeri Chekalov murieron el miércoles cuando el avión en el que viajaban se estrelló cerca de Moscú.
Desde entonces, los movimientos rusos de extrema derecha cercanos al sector militar lamentan la desaparición del grupo, señaló Lucas Webber, cofundador de la red de investigación Militant Wire.
"Describen una élite política y militar decadente, corrupta y desconectada de la realidad del frente. Prigozhin, en cambio, era considerado como un personaje valiente que no temía criticar a la jerarquía militar y visitaba con frecuencia a sus hombres en combate", explicó a la AFP.
Prigozhin se sublevó a fines de junio contra el Estado Mayor y el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, apoderándose de cuarteles del sur de Rusia y emprendiendo una marcha de sus tropas hacia Moscú.
Durante el levantamiento, de 24 horas, el presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a su exaliado de "traición".
La muerte de Prigozhin deja ahora la vía libre a Putin para repensar la estructura de este imperio paralelo, que probablemente pagó por creído más fuerte de lo que era. Y del sector de las sociedades militares privadas rusas (SMP).
"Un solo hombre"
"Una lección que Putin probablemente aprendió del motín de junio es el peligro de dar tanto poder y responsabilidad (...) a un solo hombre", escribió Catrina Doxsee, especialista en mercenarios del laboratorio de ideas CSIS de Washington.
"Rusia tratará de conservar el modelo de las SMP para su política exterior y su asistencia en materia de seguridad, pero es probable que el mercado se diversifique" para evitar la emergencia de un nuevo Prigozhin, añadió.
Ya hay varios grupos en la lista, como Redut, Convoy o Patriot.
"Para que esto funcione, se requiere una serie de parámetros, entre ellos contar con la escucha y la capacidad financiera de Putin y disponer de una herramienta de influencia", resume Lou Osborn, de la oenegé All Eyes on Wagner y coautora de un libro sobre el grupo.
Estas sociedades "tienen mucha menos presencia y están menos formadas que Wagner, pero tienen su misma estructura", precisa.
La investigadora ya ha notado la llegada a otros grupos de exmilicianos de Wagner y los estrechos vínculos de esas milicias el GRU, los servicios de inteligencia militar rusa.
Al igual que con Wagner, el Kremlin podría jugar un doble juego. Por un lado controlar y apoyar a estos grupos, pero manteniendo una distancia suficiente para no tener que responder por sus acciones, sobre todo en África.
"Es probable que el Estado ruso ejerza un control más directo sobre las SMP en los países extranjeros, sin admitir totalmente que están bajo la autoridad directa del Kremlin", analizó Aditya Pareek, del Instituto de Inteligencia Privada británica Janes.
Éxitos en Ucrania
El futuro de Wagner, de momento, se encuentra envuelto en la incertidumbre.
"No puedo decir nada ahora mismo [al respecto], no lo sé", declaró el viernes el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, se dijo dispuesto a recibirlos con los brazos abiertos, tal como ya hizo con Prigozhin y muchos de los mercenarios que participaron en el motín de junio.
"Wagner vivió, vive y vivirá en Bielorrusia", afirmó Lukashenko, citado por la agencia estatal Belta. "El núcleo [de Wagner] permanece aquí (...) Dentro de algunos días, todo el mundo estará aquí, hasta 10,000 personas", añadió.
La especialista Catrina Doxsee piensa que la milicia podría adoptar "un nuevo nombre" que las empresas de su órbita "podrían dividirse en entidades separadas", sin escluir su nacionalización.
La lealtad del Kremlin ya no será negociable. El siniestro del miércoles en la noche "es un mensaje muy claro: 'no me sobrepasen, es un asunto de supervivencia'", destaca Lou Osborn.
Putin publicó el viernes un decreto que obligará en adelante a los milicianos a jurar "fidelidad" y "lealtad" a Rusia, "cumplir estrictamente las órdenes de los comandantes y superiores" y "respetar sagradamente la Constitución rusa".
Muchos analistas resaltan que Moscú, pese a los problemas, no puede prescindir de una herramienta como esa, que demostró su valía a lo largo de los años en África, Oriente Medio y en los combates de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
"Los últimos éxitos tácticos en Ucrania fueron obra de Wagner", recuerda Maxime Audinet, del Instituto de Investigación de la Escuela Militar (IRSEM) en París.