El papa pide en Canadá impedir volver a ser rehenes de las guerras frías
El papa francisco llegó este miércoles a Quebec después de su etapa en Edmonton
El papa Francisco pidió este miércoles en Canadá que se impida que los pueblos vuelvan a ser rehenes de las garras de espantosas guerras frías que se extienden y que la guerra no se resuelve "armándose hasta los dientes", durante el discurso que pronunció ante las autoridades canadienses en Quebec, en su cuarto día de viaje en Canadá.
Tras reunirse con la gobernadora general, Mary Simon, y el primer ministro, Justin Trudeau, en la ciudadela de Quebec, una de las residencias de la Gobernación general, el papa volvió a reiterar el motivo de su viaje y expresó su "vergüenza y dolor" y su petición de perdón "por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas".
Pero también habló de los "tiempos de guerra" y aseguró que "hoy, ante la locura sin sentido de la guerra, necesitamos de nuevo calmar los extremismos de la contraposición y curar las heridas del odio".
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"No necesitamos dividir el mundo en amigos y enemigos, distanciarnos y armarnos hasta los dientes: no será la carrera armamentística ni las estrategias de disuasión las que traigan la paz y la seguridad. No hay que preguntarse cómo continuar las guerras, sino cómo detenerlas", añadió Francisco en referencia a conflictos como el de Ucrania, aunque sin citarlo.
Y añadió que hay "que impedir que los pueblos vuelvan a ser rehenes de las garras de espantosas guerras frías que se extienden" y que "se necesitan políticas creativas y con visión de futuro, que sepan romper los esquemas de los bandos para dar respuestas a los retos globales".
Francisco también animó a la política a que, ante los grandes retos actuales, como la paz, la crisis climática, los efectos de las pandemias y las migraciones internacionales, no quede ser "prisionera de los intereses partidistas".
"Hay que saber mirar, como enseña la sabiduría indígena, a las siete generaciones futuras, no a la conveniencia inmediata, a los plazos electorales o al apoyo de los lobbies", añadió.
El papa llegó este miércoles a Quebec después de su etapa en Edmonton, donde pidió perdón por la cooperación de la Iglesia en aquellos internados donde 150,000 niños indígenas fueron arrancados de sus familias y se estima que más de 4, 000 murieron por los maltratos y enfermedades.